tag:blogger.com,1999:blog-243990372024-02-21T10:57:43.440+01:00Desolaciones"Peor que ver la realidad negra es el no verla".
Antonio MachadoJosé Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.comBlogger56125tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-37904201127739206582018-08-06T00:57:00.000+02:002018-08-06T11:37:21.905+02:00Obstinación de la poesía (I) <b>La poesía es un género que nos esforzamos en ver allí donde no está – en una puesta de sol, en un slam, en las convulsiones estéticas de un artista – y a no verlo allí donde se encuentra: en un cara a cara del poeta con la lengua. Su insignificancia económica la condena a la oscuridad ; sin embargo, las recopilaciones, las revistas, los sitios que le son dedicados siguen floreciendo. Y reservan bellos descubrimientos a quienes se toman el trabajo de acostumbrar su ojo y su oído.</b><br>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWgGbYq5DtvE_5ZsE9UifsUcNkdwaTK4CYANsGOPjwmw4wmypeiti9SGteI42IFcB-BtJ6hBcc87CdWLNd2eonJtAXh2a4h9xPmUiKlTDcB7F0lf0Q8s5sd8Ai1vEsmF1r5a7Q/s1600/Roubaud.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWgGbYq5DtvE_5ZsE9UifsUcNkdwaTK4CYANsGOPjwmw4wmypeiti9SGteI42IFcB-BtJ6hBcc87CdWLNd2eonJtAXh2a4h9xPmUiKlTDcB7F0lf0Q8s5sd8Ai1vEsmF1r5a7Q/s320/Roubaud.jpg" width="410" height="364" data-original-width="800" data-original-height="711" /></a></div>
<b>Por Jacques Roubaud</b><br>
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En el siglo XXI ahora firmemente instalado, la poesía sigue perdiendo terreno en los periódicos : <i>Le Monde des livres</i> puede dejar pasar un año entero sin dar cuenta de un solo libro nuevo de poesía francesa contemporánea ; las librerías, la mayoría de las cuales ni siquiera tiene una sección dedicada a este género, y la televisión (aunque eso ya era evidente en el siglo precedente) no se interesan. Una especie de incomodidad impedía hasta hace poco a las autoridades culturales extraer consecuencias de esa realidad social. Finalmente se han abandonado, quizás sin darse cuenta.<br>
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Esta situación tiene como consecuencia (o es una consecuencia de) la casi inexistencia económica de la poesía – en todo caso de la que se compone en este momento. La poesía ya no tiene importancia, luego no se vende. Ciertamente este género literario no es el único que ha visto debilitarse sus <i>“cuotas de mercado”</i> en la escena cultural contemporánea. La novela, la literatura en general, incluso el libro están afectados. Pero en el caso de la poesía nos encontramos ante una forma extrema de ocultación. ¿ De quién es la culpa ?<br>
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La responsabilidad de este estado de cosas se imputa, desde hace casi un siglo, con una conmovedora obstinación, a los propios poetas. Toda una panoplia de acusaciones se despliega siempre para explicar y justificar la desafección comercial : los poetas contemporáneos son difíciles ; son elitistas ; esta actividad es cursi y anticuada. Los poetas son narcisistas ; no se dan cuenta de lo que pasa realmente en el mundo: no intervienen para liberar a los rehenes , para luchar contra el terrorismo ; no reabsorben la fractura social ; no hacen nada para salvar al planeta. Ellos no hablan la lengua de todo el mundo, etcétera. He ahí por qué no se los lee. No hacen otra cosa que emprenderla con ellos mismos.<br>
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Es más bien inútil comentar estas acusaciones. Digamos solamente esto : quien se interesa en la poesía, ama y conoce a <b>Hugo</b>, <b>Baudelaire</b>, <b>Rimbaud</b>, <b>Apollinaire</b>, <b>Eluard</b>, <b>Aragon</b>, <b>Char</b> y <b>Michaux</b>, por ejemplo, pero juzga `difíciles’ a los poetas de su tiempo, no los lee, no comprende que escriban de una manera que les parece incomprensible, se encuentra en la misma situación que quien, afectado por una enfermedad grave, obligado a guardar cama un mes, encuentra, convaleciente, una dificultad muy grande en caminar e incluso en tenerse en pie. La situación del lector de poesía que ha dejado de leerla es similar : cuanto menos se lee, menos se lee, y lo que, por azar, se intenta leer entonces parece impenetrable.<br>
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<b>El verso internacional libre (VIL)</b><br>
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La situación qua acaba de ser descrita no ha carecido de efecto sobre los propios poetas. La primera acción de la « caída de poesía » ha sido precipitar una evolución formal, en curso desde hace mucho tiempo. Ha habido el verso libre standard de los surrealistas remplazando el verso contado-rimado tradicional, su demolición por la vanguardia de los años 1960 (Denis Roche) y la conversión bastante extendida al verso internacional libre (leer -en francés- « Ni compté ni rimé »), importado, como tantos otros productos, de Estados Unidos : el VIL es un verso ; no es ni contado ni rimado, y más generalmente ignora las características de una tradición poética en una lengua dada ; <i>« va a la línea »</i> evitando las rupturas sintácticas demasiado fuertes. Se puede hacer VIL en casi todas las lenguas. ¿Cuál es la ventaja? Se evitan sin demasiadas dificultades los terribles <i>« derechos de aduana de la traducción »</i>, que disuaden a los editores y a los traductores ; y se escapa a un encierro en las <i>« fronteras del dialecto »</i>, temible en la hora de la globalización.<br>
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El VIL está todavía muy presente en la escena poética mundial, en todo festival internacional, antología o revista. Sus exigencias formales son bastante débiles. Y ese hecho implica un deslizamiento cada vez más sensible hacia una fase (¿última?) de la evolución formal : aquella en la que el verso mismo ya no es considerado necesario. Existía ya esa tendencia en los años 90 del siglo difunto – yo lo he constatado frecuentemente - a desaparecer, a la lectura, en la dicción de un gran número de poetes, que leían sus poemas como prosa ornada retóricamente por la voz, pues es preciso hacer ver que se trata de poesía. En esas condiciones, ¿porqué no componer simplemente prosae ? La poesía, y esto es especialmente sensible entre los poetas más avanzados de <b>Francia</b> y de <b>Estados Unidos</b>, se hace entonces mediante pequeñas prosas cortas, pero no visiblemente narrativas : la ausencia de una trama narrativa neta se convierte así en el marcador único de la pertenencia al género poesía.<br>
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<b>¿Se puede aún decirse poeta?</b><br>
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¿Pero por qué entonces mantener la afirmación de pertenencia a la categoría <i>« poeta »</i> ? Las respuestas son con frecuencia contradictorias y ambiguas. La debilidad de la poesía en el campo económico supone – y hay en ello una consecuencia natural del tipo de sociedad en la cual un poeta, como los otros, vive – un desprecio más o menos evidente de este mundo hacia aquellos que osan reivindicar ese nombre. La poesía no aborda los acontecimiento poco agradables que se producen por doquier (por otra parte, ese no es para mí, su papel). Pero si por azar amagase con hacerlo, se le responderá del mismo modo que Stalin habría respondido a alguien que le hablase de la oposición del papa a su política : <i>«¿ Con cuantas divisiones cuenta el Vaticano ? »</i> Para el mundo y para las páginas de los periódicos ser poeta no es, en el fondo, estrictamente nada.<br>
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Por otra parte, se dirá, la poesía, cosa noble, ya no es en absoluto lo que hacen los poetas. La poesía está en otra parte : en la canción, en la puesta de sol, en la novela, etc. Para el mundo, pues, ya no es concebible más que si se la halla donde no está. La poesía está muerta a todos los efectos prácticos, pero su aura permanece. Puede (bajo alguna forma, pero la menos reconocible posible en la poesía de los poetas) servir, por ejemplo, a la <i>« cultura de empresa »<b></b></i>.<br>
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No es sorprendente que, para muchos, el hecho de declararse poeta en nuestros días tenga algo de ridículo, incluso de vergonzoso. Los efectos de descomposición formal mencionados más arriba se conjugan entonces con el sentimiento de inadaptación al mundo, y un deseo legítimo de reconocimiento social, para conducir a un gran número de poetas a no presentar sus libros como poesía, a negar que son poesía ; lo que no les impide, a ellos o a sus editores, presentar solicitudes de subvención al Centro Nacional de las Letras, ante la comisión <i>« poesía ».</i><br>
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Y luego, inevitablemente, excelentes poetas, decepcionados por la ausencia de eco que encuentran (sin ventas, con esperas de uno, dos años para ver sus libros publicados, por lo demás, por editoriales pequeñísimas o por cuenta del autor, el silencio asegurado de la prensa, etc.), pasan a otras actividades: la novela, el teatro, el cine o la ópera.<br>
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<b>Productos de sustitución</b><br>
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Siendo la poesía mundanamente inútil, es decir invendible , pasada, superada, género literario moribundo, muchos espíritus positivos han pensado que no sería malo que desapareciera. Y que su lugar sea reservado en lo sucesivo a un producto de sustitución nuevo, liberado del yugo del pasado literario, <i>« absolutamente moderno »</i> en suma. A eso se había dedicado anteriormente la autoproclamada vanguardia, instaurando en su lugar el <b>TEXTO</b>. El « texto » ha desaparecido, en apariencia sin dejar rastros, pero recientemente se ha podido registrar un resurgimiento, bajo la forma del documento poético.<br>
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Se trata de una nueva forma del « texto », que reivindica para sí un estatuto serio, menos metafísico en apariencia que su predecesor, casi científico. Pero menos radicales que sus ancestros de los años 60, los fundadores de este nuevo género literario lo han ataviado con el adjetivo <i>« poético »<b></b></i>. Han intentado justificar el empleo de este adjetivo que, para todo el mundo, evoca la poesía, tal como existe en todas las lenguas de Europa desde hace varios siglos, por un razonamiento etimológico. <b>Jean Paulhan</b>, en un saludable librito, <i>La Preuve par l’étymologie</i>, ha señalado hace tiempo el carácter burlesco de este tipo de razonamiento (del que algunos filósofos abusan) ; éste reposa sobre una hipótesis muy poco verosímil : que el sentido de un término evoluciona a lo largo del siglo de manera estrictamente paralela a la sustancia lingüística que lo constituía en su origen. En el caso del « documento poético », el adjetivo, interpretado etimológicamente, está destinado a beneficiar el <i>« documento »</i> con el efecto fantasma que tiene la palabra <i>« poesía »</i>.<br>
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<a href="https://desolaciones.blogspot.com/2018/08/obstinacion-de-la-poesia-y-ii.html">Seguir leyendo</a>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-35677705245915167592018-08-05T23:23:00.000+02:002018-08-06T01:02:46.524+02:00Obstinación de la poesía (y II)<b>(Continuación)</b><br>
De lo que precede parecería dimanar que los días de la poesía están contados. Sin embargo, en la masa de los que ya no son, o casi no son, lectores de poesía, y que son incluso cada vez menos lectores, sin más, el atractivo de la poesía no ha desaparecido. Se puede hablar, trasladando el título de un libro de <b>Paul Fournel</b> (<i>'Besoin de vélo'</i>) de una « necesidad de poesía ». Los progresos técnicos, que permiten las publicaciones poco costosas, y sobre todo el desarrollo exponencial de la Red, con la multiplicación de las web y de los blogs, favorecen la expresión de ese deseo. La naturaleza misma de la poesía que se hace en los poemas, generalmente de dimensiones modestas, le permite ser mucho más accesible en pantalla que la novela, por ejemplo (¿quién ha leído ya En busca del tiempo perdido en su monitor?). Yo no prejuzgaría el porvenir del <b>e-book</b>, que se nos promete regularmente desde hace años, pero aún no tiene su existencia muy asegurada. El <i>« mercado »</i>, ese personaje omnipotente que reina en el mundo, le prepara el terreno, por ejemplo, comenzando a vaciar las bibliotecas públicas de sus libros (cada día más numerosos en venta en la red) ; pero hay que constatar que se encuentran muchos poemas en la web, y que la poesía, de ese modo, llega a más lectores que el libro, que apenas se vende.<br>
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Simultáneamente, las lecturas de poesía, los encuentros especiales se han multiplicado, y los auditorios son frecuentemente de dimensiones respetables. La economía, sin embargo, de nuevo, juega un papel en este fenómeno : muchas municipalidades han descubierto que era mucho menos costoso invitar a uno o dos poetas que a un cantante, una orquesta o un ballet. Es en ese contexto donde la <i>« necesidad de poesía »</i> ha encontrado un modo de expresión original : el <b>slam</b>.<br>
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<b>Slam</b><br>
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La <i>« necesidad de bicicleta »</i> se expresa mejor tripulando una que viendo el Tour de Francia en la televisión. El éxito de los ‘Vélib’, en París, lo prueba. Del mismo modo, la necesidad de música encuentra una salida en el karaoke y la asistencia a conciertos, pero sin duda es mejor satisfecha por la participación activa en un coro o en un grupo de rock. La invención del slam, al menos inicialmente, reposaba sobre un postulado explícito : todo el mundo es virtualmente poeta. Todo el mundo, pues, puede <i>« hacer de poeta »</i>. El slam, se dice, es un <i>« arte de expresión popular oral, declamatorio, que se practica en lugares públicos como los bares o sedes asociativas, bajo la forma de encuentros y de ‘justas’ oratorias »</i>.<br>
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Extraigo lo siguiente de una presentación del slam : <i>« La palabra “slam” designa en argot americao “el golpe”, “el impacto”, prestado de la expresión ‘ to slam a door’, que significa literalmente “dar un portazo”. En el cuadro de la poesía oral y pública, se trata de de atrapar al auditorio por el cuello y de golpearle con las palabras, las imágenes, para sacudirlo, emocionarlo. Otra definición es dada por el iniciador del movimiento, Mark Smith, en su intervención en 2005 en el Grand Slam national de Nantes : él explica la elección de ese término por su sentido deportivo y lúdico de competición (tenis, basket, bridge, etc.). »</i><br>
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Cabe señalar varias características del slam, tal como se practica en Francia :<br>
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— Es oral.<br>
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— No tiene, a priori, intención artística – prueba, según sus iniciadores de su carácter « democrático » : Smith tenía como meta <i>«socavar la noción de calidad en la poesía : algunas personas, miembros de un jurado arbitrario expresaban su gusto subjetivo »</i>. Los abundantes ejemplos que se pueden consultar, leer y escuchar en las redes muestran que, en efecto, la producción slamista es de una indigencia espectacular. (Esto no quiere decir que no podría también producirse poesía en el sentido usual del término.)<br>
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— En principio, el slam es un arte de improvisación. Así pues se relacionaría con la poesía tradicional popular.<br>
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— Se pretende hacer renacer <i>« un viejo género literario medieval : la <b>tensón</b> (la tençon occitana de los trovadores), durante la cual dos poetas se confrontan en una justa oratoria sobre un tema fijado de antemano »</i>.<br>
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Esta genealogía prestigiosa reposa sobre un contrasentido : la tensón de los trovadores era infinitamente sabia y suponía un público capaz de apreciarla. Al igual que la poesía tradicional improvisada, se apoyaba sobre prácticas muy antiguas, utilizando formas complejas y limitadas. Es imposible aproximarse a tales modelos en la ignorancia general de la poesía que se ha hecho y se hace. Por eso, en la producción <i>« slamista »</i>, no se encuentran más que residuos de poesía clásica privados de sus condiciones de existencia, métrica y ritmo. La rima ha salido de su largo sueño, pero caído en el estado minimal con el que reina en las composiciones de la escuela primaria. Se detectan unos recuerdos escolares delicuescentes, sobre todo, la expresión de los sentimientos más planos, emociones indistinguibles de las que ofrecen las series televisivas. Subrayemos que este aspecto <i>« semántico »</i> del slam le hace aparecer como desvío y degeneración, que no se reivindica como poesía. Del mismo modo, antaño, el rock nació de un desvío del blues.<br>
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<b>El vrum-vrum</b><br>
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El slam, sin duda, no presenta un peligro muy grande para el ejercicio elemental de la poesía. Tampoco lo supone para el fenómeno que yo bautizo aquí <i>« vrum-vrum »</i>. Se trata de la invasión del campo de la poesía por lo que se ha denominado « poesía de performance » y que en estrecha colaboración con los <i>« actores culturales »</i> públicos o privados, presos de una pasión devoradora por el <i>« espectáculo en vivo »</i>, tiende a convertirse en el modo privilegiado de existencia de la poesía, excluyendo lo escrito en beneficio de la oralidad. Así proliferan las manifestaciones que se declaran poéticas, por ejemplo festivales internacionales de poesía, « poetas » cuya actividad, presentada al público como poesía, consiste en rodar escalera abajo, desgarrar en escena una gruesa lista telefónica, producir con ayuda electrónica, secuencias sonoras increíbles y admirables, que no incluyen una sola palabra. Cuando la lengua es utilizada, en muy elevado número de casos, su puesta negro sobre blanco produce un texto mediocre, como sucede en tantas canciones, pop, rock o no, si se las priva de música.<br>
<br>
Todas esas producciones son honorables, a veces impresionantes, a veces, raramente (lo que no tiene nada de sorprendente), de calidad artística muy grande, pero ¿por qué bautizarlas <i>« poesía »</i>? ¿Por qué no nombrarlas música, gimnasia, ópera, número de circo, sketch, canción, ballet, strip-tease? Una de las obras reivindicadas como emblemáticas por los adeptos del vrum-vrum, la <b>‘Ursonate’</b> de <b>Kurt Schwitters</b>, se anuncia precisamente como música y no como poema. Se puede formular la hipótesis siguiente : ciertamente lo que permite esta deriva irrisoria es la casi inexistencia de la poesía en lo real económico. Un <i>« poeta »</i> de este tipo, que no presenta otra cosa que sonidos, no tiene nada que temer de la competencia feroz que encontraría si quisiera imponerese en el campo musical.<br>
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<b>Leer y decir</b><br>
<br>
Yo no soy profeta y no sé si el <i>vrum-vrum</i> se convertirá o no en la única forma conocida de poesía. Sin llegar hasta ese estado extremo me parece que hay un riesgo (es un riesgo para mí) de ver establecerse una dominación aplastante de la dimension oral de la poesía, en detrimento del libro e incluso de la pantalla. Eso sería una amputación y una regresión. Sin embargo, hoy hay poesía en Francia, como siempre la ha habido, muy buena poesía. Difícil o no ; que habla de todo, de vosotros, de nada ; que inventa, que renueva, que sorprende, que encanta. Se la encuentra en libros, en revistas, en registros sonoros, en vídeos. Se la encuentra en las librerías (las hay) que no han renunciado a ofrecerla, apoyarla, venderla. Leedla, copiadla, aprendedla como se hacía antaño.<br>
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Lo que acabo de escribir es para defender el punto de vista siguiente : que la poesía tiene lugar en una lengua, se hace con palabras, nada de poesía sin palabras ; que un poema debe ser un objeto artístico de idioma en cuatro dimensiones, es decir estar compuesta a la vez por una página, por une voz, por un oído, y por una visión interior. La poesía debe leerse y decir.<br>
<br>
<b>Jacques Roubaud</b><br>
(Poète, autor, entre otras obras, de "Churchill 40 y otros sonetos de viaje. Gallimard, Paris, 2004.<br>
<br>Texto publicado en Enero de 2010 en <b>'Le Monde Diplomatique'</b>.<br>
<br>
Traducción: J. R. San Juan José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-36232308835633394602017-06-22T20:27:00.000+02:002017-06-22T20:27:10.824+02:00PeripoéticaMientras se publican (o no) mis poemas he decidido ir difundiendo. de vez en cuando, parte del contenido no troncal de su conjunto. Así, por una parte, justifico la existencia de este blog, ayuno de posts desde hace meses, y me doy, por otra parte, la pequeña satisfacción de sacarlos a la luz, aunque sea en familia. El caso es que existan.<br />
<br />
Los cinco poemas que siguen estan englobados bajo el título "Peripoética" para evitar emplear las expresiones 'Poética' o 'Metapoética', que siempre me han parecido algo pretenciosas. El prefijo griego 'peri' significa "cerca de", "alrededor". Así pues, estos poemas son una aproximación, o, mejor, un intento de aproximación a una poética<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>I</b> </div>
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>La sabiduría empieza en el asombro.</i> </div>
<div style="text-align: right;">
Sócrates </div>
<br />
Un poeta nunca lo es más que cuando es un niño,<br />
y todo es un milagro, una pregunta, misterio<br />
que tiñe de una luz inefable lo real<br />
y lo recrea como por un encantamiento.<br />
Y todo es arrobo, éxtasis, un desconcierto,<br />
y ni siquiera sabe dar nombre a cada cosa<br />
ni lo añora. Cuando todo se ve<br />
por primera vez es mucho más hermoso<br />
de lo que será nunca, es pura epifanía<br />
de la experiencia, secreto deslumbrador<br />
que ya por siempre le mantendrá desvelado.<br />
Lo inefable en puridad, sin adjetivo alguno.<br />
<br />
Un poeta nunca lo es tanto, ni tan sincero,<br />
como cuando el primer amor le atrapa<br />
en su fantástica trama y consigue<br />
dejarle sin palabras, confuso y deslumbrado<br />
por una experiencia que nunca podrá explicar,<br />
pero lo intenta y persiste, y fracasa y regresa,<br />
y queda por siempre amarrado al vano intento<br />
de hallar el nombre exacto de las cosas<br />
y la justa expresión del sentimiento.<br />
<br />
Un poeta jamás lo es tanto como escribiendo<br />
inmerso en la captura de su numen,<br />
arpegiando su espíritu en busca de la clave<br />
de la bóveda de un firmamento imaginado:<br />
alejado de todos, en soledad, inerme.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>II </b></div>
<br />
Inocula realidad a tu poema.<br />
Haz que exprese lo que sientes, lo que ves,<br />
lo que piensas y condueles esta noche<br />
cada vez más ajena a la esperanza. Canta<br />
con todos el dolor de lo imposible<br />
que - te auguran - es todo lo que sueñas. Blande<br />
hasta la incandescencia tu ¡no!, tu ¡basta!<br />
Y sobre todo sueña, esgrime la utopía,<br />
no renuncies al único motor humano<br />
indemne.<br />
<br />
Tal vez estalle entre tus manos el poema,<br />
o arda en la noche brevemente. Entonces,<br />
aunque efímero en el tiempo y el espacio,<br />
habrá sido luz. ¿Qué más se puede pedir<br />
al léxico precario que nos hizo humanos?<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b> III </b></div>
<br />
Un pájaro nunca queda mal en un poema;<br />
tampoco una flor, aunque la abeja la desdeñe.<br />
Una fuente puede ser necesidad suprema:<br />
evoca la sed, el río, lo feraz, la muerte.<br />
<br />
¿Y qué decir de una montaña, sagrada o no?<br />
Su altura, su dificultad ¿no son metáfora<br />
polivalente y tentadora para aspirantes<br />
a la elevada panorámica del Parnaso?<br />
<br />
Mas desciende, Moisés, a la altura de los ojos<br />
de tus semejantes, rompe las tablas que ayudan<br />
a que flotes gozoso en lo vano, reconócete<br />
inerme y trémulo como un niño abandonado<br />
a merced del dolor que otros te infligen<br />
y de las asechanzas de la muerte, escondida<br />
tras metonimias cuales soledad y fracaso.<br />
<br />
Y ahora, si puedes, canta.<br />
Deberías probar. ¡Vamos!<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>IV </b></div>
<br />
No te sometas al metro ni a la rima<br />
si te apartan de la vereda elegida,<br />
ni te dejes seducir por los acentos<br />
que intentan convertir todo en canción.<br />
Sé tan libre como puedas y vuela,<br />
en alas de lo decible y de lo cierto,<br />
hasta donde puedas, quieras y sepas.<br />
<br />
El desorden del mundo, el fracaso, o la ira no<br />
pueden ser abordados desde la armonía<br />
paradójica de un texto que, so pretexto<br />
de servir belleza y orden, todo lo congela.<br />
Rompe, pues, cuando lo creas necesario,<br />
el ritmo, la rima y la medida. Rompe<br />
con las ortodoxias y los dictados de estilo.<br />
<br />
Ruge tu cólera o arpegia tu tristeza<br />
sin servir a otro señor que a tu alma y a tu voz.<br />
Rompe y respira con la vida y el dolor<br />
que el espejismo niega, pero el abismo<br />
confirma cada siglo, cada año,<br />
cada día y minuto.<br />
Siempre.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>V </b></div>
<br />
Poesía es todo lo que nace antes<br />
de que comience su labor el estro<br />
con su ambiciosa red de signos graves<br />
y su aleve arsenal de vagos verbos.<br />
<br />
Es el líquido, nunca la redoma;<br />
es el aire, aunque falten los pulmones;<br />
es la savia que procesa la luz;<br />
es la percepción antes que la forma.<br />
<br />
Es herramienta del conocimiento,<br />
dolor por lo incierto y luz en la umbría;<br />
duda constante de hallar la alegría<br />
de traducir lo inefable en un verso.<br />
<br />
No es lo que se sabe, es lo que se busca<br />
y jamás se encuentra. Es ardiente y fría,<br />
es cierta o incierta, según quien la lee,<br />
la oye o la escribe, y según el día.<br />
<br />
Es misterio y dolor, fulgor y niebla<br />
la poesía. De ella hay que decir<br />
- como el poeta dijo de la rosa –<br />
no la toques más, pues nunca es perfecta.<br />
<br />
José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-19465219865153759682016-10-02T16:19:00.001+02:002016-10-03T20:56:03.346+02:00Poesía frente a represión<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/r5wGhuAmby8" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
<br />
El pasado jueves se celebró en la librería <a href="http://lavoragine.net/"><b><i>'La Vorágine'</i></b></a> (mucho más que una librería en realidad) la presentación en Santander del libro <b><i>'Contra. Poesía ante la represión'</i></b>, recopilación de poemas de la conciencia crítica promovida mediante crowdfunding por la Coordinadora Anti-Represión de la región de Murcia.<br />
<br />
El grupo <b>'Libres' </b>y la <a href="http://unoscuantos.org/"><b>Agrupación Escénica 'Unos cuantos'</b></a> fueron en este caso los promotores del evento. Su selección de poemas incluyó los de varios autores cántabros, entre los que me encuentro junto a <b>Nieves Álvarez</b>, <b>Dori Campos</b> - ambas leyeron personalmente sus poemas - y <b>Patricia Fernández</b>.<br />
<br />
En el vídeo se puede 'asistir' al acto de presentación en su totalidad. Y en él se debe destacar la contribución del grupo 'Unos cuantos', brillante en su sobriedad y con las dosis de emoción adecuadas.<br />
<br />
Mi poema <b><i>'Sal a la calle'</i></b> puede encontrarse en torno al minuto 30 de la grabación, interpretado por <b>Miguel Simal</b>. Por cierto, contra lo que figura en el libro y se afirmó en el acto, no es un inédito. Figura en mi libro <b><a href="http://www.eldesvelo.com/Quebrantologia">'Quebrantología'</a></b> (Julio, 2015), dentro del epígrafe 'La ardiente paciencia'.José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-67355908982494636552016-02-17T15:48:00.000+01:002016-02-17T15:50:41.083+01:00'Capotiana': Un cuestionario insólito<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i> </i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj20vFPUmnqy8BFh4y9aATYMiQpNNuwZsdkFpm59rY7u-LBr2DWU8L7s_fzqXiIEf1oBYjHmXJ57BC_0SIJjTOFzqpjoCjkqinDN-as7v64tEAfEe591mgkMtdXy5r9HL13oIgX/s1600/portada_quebrantologi%25C3%25ACa_alta.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj20vFPUmnqy8BFh4y9aATYMiQpNNuwZsdkFpm59rY7u-LBr2DWU8L7s_fzqXiIEf1oBYjHmXJ57BC_0SIJjTOFzqpjoCjkqinDN-as7v64tEAfEe591mgkMtdXy5r9HL13oIgX/s320/portada_quebrantologi%25C3%25ACa_alta.jpg" width="205" /></a></i></span></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><i>El escritor y crítico Toni Montesinos publica asiduamente en su blog <a href="http://almaenlaspalabras.blogspot.com.es/">"Alma en las palabras"</a> las respuestas de un considerable número de escritores consultados a un cuestionario fijo tan insólito y peculiar como su autor original. Ayer llegó mi turno. Siguen su introducción y mis respuestas.</i> </span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>Entrevista capotiana a José Ramón San Juan</b></span><br />
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<b><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">"En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de José Ramón San Juan". </span></b><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?</b> <br /><br />- Se me ocurre, a bote pronto, una contrapregunta: ¿Ese lugar puede ser una ciudad, una región, un país, la isla de Robinson Crusoe sin Viernes o con él? La respuesta sería muy diferente, según el caso. Puesto a considerar la opción más limitadora y claustrofóbica, creo que, hasta cierto punto, soportaría el encierro en una casa próxima al mar (preferentemente ante el Cantábrico, que ofrece espectáculos muy variados), pero con muchos libros, una enorme discoteca y una conexión de banda ancha a Internet. De la TV podría prescindir con sumo gusto.<br /> </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Prefiere los animales a la gente?
</b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- No, prefiero a la gente, pero según quién o quiénes, dónde, cómo y cuándo. La gente constituye una ‘fauna’ muy variada, demasiado imprevisible, así que mi preferencia no es incondicional. Si se trata de los humanos más desagradables, inquietantes o peligrosos me quedo no con los animales en general, sino con un animal concreto: mi gato. Es muy majo, aunque a veces se pone un poco pesado con sus demostraciones de cariño. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Es usted cruel? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- No, en absoluto. En ausencia de abuelas, diría que soy más bien bondadoso y tierno, aunque no muy expresivo en gestos. Si llego a incurrir en crueldad, ésta es meramente verbal, y se dirige a alguien que dio primero (es decir, dos veces). En ese caso, mi crueldad no es deliberada ni premeditada, pero sus efectos suelen superar a mis previsiones e intenciones, tal vez porque, de modo rápido y espontáneo, utilizo la ironía o el sarcasmo en lugar del insulto o la ofensa directa. En tales circunstancias lo lamento mucho y pido perdón. Afortunadamente esas situaciones son muy infrecuentes. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b> ¿Tiene muchos amigos? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Desde un punto de vista ’clásico’ (el que podría expresar la frase “quien tiene un amigo tiene un tesoro”), me temo que no. Desde un planteamiento teóricamente más contemporáneo (“los amigos son para las ocasiones”) no lo sé, ya que me resisto a poner a prueba la amistad mediante la petición de favores o privilegios. Finalmente, desde un punto de vista postmoderno y líquido, diría que tengo bastantes amigos, pero casi todos interinos, en periodo de prueba. La precariedad está en todo. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Qué cualidades busca en sus amigos? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- De mis amigos espero fundamentalmente una sinceridad a toda prueba, cierto grado de coincidencia en los valores y la visión del mundo, y un punto de humor sano que, en el momento preciso, le quite hierro a las innumerables razones de la melancolía. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Suelen decepcionarle sus amigos? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Teniendo en cuenta lo que ya he dicho sobre la amistad, las oportunidades de defraudarme son reales, pero el daño no suele ser grave. Siempre tengo a mano la venda, y no es precisamente para mis ojos. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Es usted una persona sincera? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Sí, y me temo que más de lo conveniente para mis intereses. Sólo mi natural inclinación a no hablar si nadie me pregunta, generalmente, evita que disguste o contraríe a otros y me ahorra polémicas y malquerencias. Pero cuando alguien me pregunta mi opinión recibe justamente mi sincera opinión. Eso mismo es lo que yo espero cuando pregunto. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Leer y escuchar música (o practicarla) son las actividades de ocio más frecuentes en mi caso. Soy bastante convencional y escasamente deportivo. En definitiva: más bien sedentario.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Qué le da más miedo? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- El mismo miedo me parece lo más terrible. Y me refiero a ese miedo reverencial, casi supersticioso, que impera en nuestras sociedades actualmente. El temor a perder el empleo, a no conseguirlo, a ser brutalmente multado por el menor motivo, a caminar solo por ciertos barrios cuando cae la noche… Estamos viviendo bajo una cierta forma de ’terrorismo de baja intensidad’ que condiciona nuestra libertad hasta extremos insólitos y limita nuestra calidad de vida. Sobre nuestros temores crecientes y contagiosos se está edificando una distopía cada vez más alejada de la democracia y del Estado de Derecho. Eso es tan pavoroso como perverso. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- La impunidad del poder financiero, en complicidad con el poder político y, en muchos casos, también con el judicial; la manipulación de la realidad y de las conciencias que realizan los ’mass media’, pero también la pasividad, la credulidad y la indiferencia de una parte no pequeña de los ciudadanos ante esa realidad. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b><br /></b></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Supongo que lo que ya hice: ser un periodista decepcionado, frustrado y cabreado la mayor parte del tiempo. Cuando he llegado a plantearme qué podría hacer si volviera a nacer he excluido el periodismo, por supuesto, pero no es fácil elegir una alternativa satisfactoria. En su día, cuando se aproximaba el momento de elegir una carrera, yo elegí Medicina, pero mis padres lo descartaron sin apelación posible: demasiado largo, demasiado caro, demasiado lejos… Podría haber estudiado Filosofía y Letras y haber sido profesor, pero no me imagino excluyendo cualquier forma de creación en mi actividad extraprofesional. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Practica algún tipo de ejercicio físico? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Caminar, pero poco. A veces hago breves ejercicios de mantenimiento (o algo parecido) en el pasillo de mi casa, pero no con el fin de estar en forma, sino de desentumecerme tras una larga ‘sentada’ ante el ordenador. Patético, ya lo sé. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Sabe cocinar? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Lo único que sé de cocina es freír huevos, pero, eso sí, me quedan ‘de cine’ a nivel visual y gustativo. Al menos a mi me encantan. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- No puedo seleccionar a un solo personaje. Para mí hay una ’santísima trinidad” de inolvidables insuperables y me parecería injusto olvidar a alguno. Dos son escritores: Albert Camus y Julio Cortázar; el tercero es Jacques Brel, compositor y cantante. De hecho, algo he escrito sobre cada uno de ellos. A veces he pensado que habría sido estupendo conocerlos. Creo que en cierto momento del siglo pasado coincidieron viviendo los tres en París. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Imagino que ‘Paz’. Se firma y se afirma constantemente, y siempre se hace en la confianza o con la esperanza de que sea permanente, o al menos durable. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Y la más peligrosa?</b> </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- ‘Amor’. “Te amo” es una expresión que se suele pronunciar de modo irreflexivo e irresponsable, da lugar a muchos equívocos y falsas expectativas y acaba causando mucho dolor en algunos casos. Nadie honesto y en su sano juicio debería pronunciarla nunca. O al menos nunca antes de que se cumplan veinte años de convivencia armónica y feliz con la persona destinataria de ese amor. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Alguna vez ha querido matar a alguien? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Nunca. No me veo practicando la violencia física. Pero sí he fantaseado alguna vez con la muerte fulminante de alguien. Siempre se trataba de alguna ‘alimaña bípeda’, de esas que no pueden vivir sin hacer daño a sus prójimos. Alguna vez he visto que se les califica como ‘gente tóxica’ Creo que su desaparición no habría provocado añoranza alguna. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Cuáles son sus tendencias políticas? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Utópicas. Sería partidario de un socialismo libertario que todo señala como incompatible con la condición humana, al menos en su estado actual de evolución. Cuando voto lo hago a la izquierda, pero sin ninguna convicción ni esperanza. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- No sé si entiendo bien esta pregunta. Ser una cosa (u otra) es algo que no me apetece nada. Si se trata de alguna alternativa al hecho de ser una persona, supongo que ser un delfín podría estar bien. Esos animales parecen ser bastante inteligentes y pasárselo medianamente bien.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Cuáles son sus vicios principales? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- El mayor, el tabaquismo. Me paso la vida inhalando y exhalando humo de tabaco, y, por esa razón – tras la proscripción del consumo público –, mi escasa vida social se ha visto perjudicada. El otro vicio es una curiosidad insaciable, que no malsana, que me lleva a interesarme por todo tipo de cosas. Invierto una considerable cantidad de tiempo en leer sobre asuntos que, en primera instancia, nada tienen que ver con la narrativa o la poesía. Últimamente trato de reprimir este ‘vicio’, pero sin gran éxito. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- ¿Y sus virtudes? </b></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- La paciencia. Soy un impaciente nato, pero creo que he logrado controlarlo. Las virtudes, cuando no son de origen genético –y me temo que nunca o muy raramente lo son–, suponen un esfuerzo constante y exigen un nivel ímprobo de tolerancia. La tolerancia sería otra de mis virtudes posibilistas. Intento comprender a los otros y pienso que en muchos casos llego a conseguirlo, lo que no se traduce necesariamente en empatía, pero sí en respeto. Nadie es perfecto. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><b>- Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?</b> </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">- Una muerte por ahogamiento implica una lucha denodada por vivir, un esfuerzo por flotar, por respirar, por desembarazarse de todo lo que dificulta ambas cosas; una resistencia que – imagino – se mantiene hasta el último aliento, en el que el agua anega los pulmones. No veo en esas agónicas circunstancias una oportunidad adecuada para evocar toda la vida en un momento o para añorar los verdes campos de la infancia. Las imágenes que uno puede soñar en ese caso creo que tienen más que ver con salvavidas, troncos a la deriva, barcos cercanos o maromas salvadoras. Tal vez, con la última porción de oxígeno en el cerebro podría uno imaginarse una hermosa sirena salvadora. Eso estaría bien como alucinación consoladora.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-30553020112228765902015-12-09T18:36:00.000+01:002015-12-09T18:36:31.120+01:00Noticia de 'Quebrantología' en 'Pluma y pincel'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhedfCeIsYoC4a3ST9jsLOqXxqEeoNdtWg_LJ1LmuzLFchCj4x5TFW2Yzcfr0ysu4qviGJ6hbA7JHxUmbs0_gwKRhTsND86NFAE82tjBrAlOeW8VxU13fQohAEu6WoU7vUZDZeD/s1600/PyP.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhedfCeIsYoC4a3ST9jsLOqXxqEeoNdtWg_LJ1LmuzLFchCj4x5TFW2Yzcfr0ysu4qviGJ6hbA7JHxUmbs0_gwKRhTsND86NFAE82tjBrAlOeW8VxU13fQohAEu6WoU7vUZDZeD/s320/PyP.jpg" width="241" /></a></div>
La publicación anual <b><i>'Pluma y Pincel'</i></b>, que promueve la Asociación Cultural 'Tertulia
Goya' de Cantabria, da cuenta en su edición de 2015,
recientemente aparecida, de la publicación de mi poemario<b><i> 'Quebrantología'</i></b>, que fue
presentado el pasado mes de Julio en la librería <b><i>'La Vorágine'</i></b>. El texto
es obra de <b>Luis Alberto Salcines</b>, y reproduce el prólogo que él mismo
realizó para el libro. <br /><br />Mi agradecimiento tanto a Salcines - renovado siempre - como a la dirección y a la editorial de 'Pluma y pincel'. Sólo cuando alguien habla de una obra - y más si escribe - ésta cobra existencia en el mundo real. Parece ser que 'Quebrantología' existe todavía. <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-72099489568053502192015-08-27T20:22:00.000+02:002015-09-07T20:26:58.974+02:00'Lo que no te mata...', una indecencia literaria condenada al éxito<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5nLfvF1E6VcxEbdx8BO2_dqs8gfiBKUQWkeoamhEMMzkFZmwT1-7ahoktifdP6Hl52t-iF81kU6rT1lNYB5sKz0OxuIU45A-6ZTeARig6Eqjkownff0c1VqRNuK2W4NoNy09d/s1600/Salander.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5nLfvF1E6VcxEbdx8BO2_dqs8gfiBKUQWkeoamhEMMzkFZmwT1-7ahoktifdP6Hl52t-iF81kU6rT1lNYB5sKz0OxuIU45A-6ZTeARig6Eqjkownff0c1VqRNuK2W4NoNy09d/s400/Salander.jpg" width="400" /></a></div>
<span class="fbPhotosPhotoCaption" data-ft="{"tn":"K"}" id="fbPhotoSnowliftCaption" tabindex="0"><span class="hasCaption">Una estridente fanfarria de ruido mediático orquesta el lanzamiento de la 'nueva' entrega de la saga '<b><i>Millenium'</i></b> especialmente desde hoy, fecha elegida para el inicio de su carrera por el estrellato de los <i>'best sellers'</i>. La operación de expolio ha sido '<b><i>bendecida' </i></b>por los herederos del malhadado <b>Stieg Larsson</b>, que murió hace once años sin llegar a disfrutar las mieles - ni percibir los beneficios - del éxito comercial de su célebre trilogía (80 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo). Tampoco <b>Eva Gabrielsson</b>, su compañera durante 32 años de vida, ideas, proyectos y trabajo, se benefició del éxito póstumo. Con un automatismo servil e injusto a la letra de las leyes suecas la Justicia dictó que los derechos fueran a parar a las manos del padre y el hermano de Larsson, de los que éste se hallaba distanciado<br /><br />Hay, en definitiva, una connotación terriblemente hiriente en la aparición del<i> 'fake' Millenium </i>urdido por el escritor <b>David Lagercrantz</b> (conocido como autor de la biografía del futbolista Ibrahimovic). Es, pura y simplemente, una ofensa a la memoria y a la obra de Larsson, promovida desde el oportunismo y la codicia, y como tal deberían sentirlo quienes celebraron en su día la trilogía que ha enriquecido a su familia. <br /><br />Representantes de la intelectualidad sueca han llamado a boicotear<b><i> "Lo que no te mata te hace más fuerte"</i></b>, pero es de temer que tal llamamiento va a ser un brindis al sol. Los devoradores de <i>'best sellers' </i>raramente entran a juzgar cosas ajenas a la popularidad del libro, como la calidad literaria, la solidez e interés de la trama, o sus implicaciones políticas, sociales o morales. Quieren leer un éxito de ventas para poder decir <b><i>"yo lo tengo, es buenísimo"</i></b> (o no), y comentarlo con quienes comparten la misma <i>'filosofía'</i> simplista y consumista. <br /><br />Los <i>'best seller'</i> se fabrican, y todo lo que rodea a este libro avala la posibilidad de un éxito masivo. Será un éxito indecente, pero será. Esto, el mundo, es un mercado, a fin de cuentas, y lo que no mata... engorda, que es de lo que se trata: de engordar los beneficios, por supuesto. Caiga quien caiga y se diga lo que se diga.</span></span><br />
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José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-76051590535094870892015-07-31T20:47:00.001+02:002015-07-31T20:49:17.947+02:00'Quebrantología', en 'El Boomeran(g)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC4bA5tZJ8Xtg7yjNPJUJOGEFvixE6ZQNjxV_pIKshDrwvr4eS-mqMGVCb5gPQNNAjuGPBRjkvO0W8D9Bjhl3iOt_x56hNNBKh4g-HL39Ra-m8srYnZjbZKvpZfGI4Z4mz7X-N/s1600/PresQuebr.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC4bA5tZJ8Xtg7yjNPJUJOGEFvixE6ZQNjxV_pIKshDrwvr4eS-mqMGVCb5gPQNNAjuGPBRjkvO0W8D9Bjhl3iOt_x56hNNBKh4g-HL39Ra-m8srYnZjbZKvpZfGI4Z4mz7X-N/s320/PresQuebr.jpg" width="264" /></a></div>
El blog literario <b><i>'El Boomeran(g)'</i></b>, del grupo PRISA, <a href="http://www.elboomeran.com/obra/2823/quebrantologia/">da cuenta de la aparición</a> de 'Quebrantología' en su apartado de 'Novedades'. <br />
<br />
Junto a la ficha y una presentación sumaria de la obra, se reproduce el prólogo del libro, obra de <b>Luis Alberto Salcines</b>, así como algunos de los poemas del inicio del libro, correspondientes a 'Vértigo y llama'. Todos ellos tratan el tema amoroso, lo cual podría inducir a error acerca del contenido real del libro - o eso temo yo - a los potenciales lectores , pero es lo que hay. Dado que no esperaba nada, estoy encantado, especialmente tras constatar que la poesía no parece ser objeto de atención destacada en 'El Boomeran(g)'.<br />
<br />
Quien quiera documentarse un poco más acerca de la variedad de contenidos de 'Quebrantología' puede repasar los avances publicados, precisamente con esa intención, en 'Desolaciones' antes de la fecha de la presentación, el pasado 15 de Julio en la librería 'La Vorágine':<br />
<br />
- <a href="http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/proxima-publicacion-quebrantologia.html">http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/proxima-publicacion-quebrantologia.html</a><br />
<br />
- <a href="http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/quebrantologia-2-avance.html">http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/quebrantologia-2-avance.html</a><br />
<br />
- <a href="http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/quebrantologia-3-avance.html">http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/quebrantologia-3-avance.html</a><br />
<br />
- <a href="http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/quebrantologia-4-avance.html">http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/06/quebrantologia-4-avance.html</a><br />
<br />
- <a href="http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/07/quebrantologia-5-avance.html">http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/07/quebrantologia-5-avance.html</a><br />
<br />
- <a href="http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/07/quebrantologia-vi-avance.html">http://desolaciones.blogspot.com.es/2015/07/quebrantologia-vi-avance.html</a><br />
<br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-69871302641008730662015-07-20T18:36:00.000+02:002018-02-23T14:13:43.123+01:00El libro de los sueños rotos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwYQj6n4NQK6P3UBeqMm6jkGrA6Wzvrll1BAKj6uVgzUVsq2cg7e4GyIttVrnfjojM4_A50BCTyM0B-n27wEsVmMhsifrqzb7tqD_8nKkC5p5ZUMk2aZyvKoAUOCrki5RSSTvF/s1600/FLlorente.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwYQj6n4NQK6P3UBeqMm6jkGrA6Wzvrll1BAKj6uVgzUVsq2cg7e4GyIttVrnfjojM4_A50BCTyM0B-n27wEsVmMhsifrqzb7tqD_8nKkC5p5ZUMk2aZyvKoAUOCrki5RSSTvF/s320/FLlorente.jpg" width="261"></a></div>
Con el título indicado arriba, el diario<b><i> 'El Mundo'</i></b> (Edición Cantabria) publica hoy un comentario sobre mi poemario <b>'Quebrantología'</b>, presentado el pasado miércoles en la librería <b><i>'La Vorágine' </i></b>de Santander.. Su autor, <b>Fernando Llorente</b>, profesor de Filosofía, es autor de diversas obras de narrativa, poesía y máximas, así como un apasionado y muy activo defensor de los derechos del pueblo saharaui. Su última obra, publicada en febrero de este año, se centra precisamente en este tema. Su título: <b><i>'Tiris, espiritualidad saharaui. Conversación en Miyk'. </i></b>He aquí el texto del comentario<b><i>:</i></b><br />
<br />
"El incumplimiento de unos sueños que ya se soñaron rotos, esta podría ser la tesis del poemario “Quebrantología”, de José Ramón San Juan, si no fuera porque la poesía es argumento sin argumentación. Editado por El Desvelo Ediciones con elegante sobriedad, la obra se abre con un prólogo de Luis Alberto Salcines, que prodiga versos sueltos, acompañados de una glosa, que en mi opinión le corresponde al lector, pero que bien puede servir para ponerle en situación.<br />
<br /> Se canta lo que se pierde, escribió Machado, al que el autor rememora en dos sentidos poemas-homenaje. “Quebrantología”, más que cantar, cuenta pérdidas como heridas, por si los versos sirvieran como puntos de sutura. Pero, no. El poeta no escribe para conocerse, función que dicen cumple la poesía, sino para decir poéticamente lo que de él sabe. Es la del amor la pérdida más dolorosa, que en su huida deja sentir su cara oculta, la soledad, como en la libertad hoza la sumisión, y en la verdad pulula la mentira, como revela en un poema. Verdad, libertad, amor: espejismos, los considera. El sujeto poético se desliza por la desesperanza, pero sin sumirse en la desesperación, no tanto porque sienta como éxito el fracaso, como porque su escepticismo existencial le llevó desde pronto a sospechar del éxito, como deja patente en sus poemas primeros, últimos de “Quebrantología”.<br />
<br /> Los apartados que componen el poemario se estructuran por tiempos, algunos muy alejados entre sí. Sus cinco partes corresponden a diferentes momentos vitales del autor, todos ellos transidos de un desesperanzado escepticismo. Las dos primeras, “Vértigo y llama” y “La ardiente paciencia”, transitan de la intimidad dolida en soledad, a la solidaridad con los semejantes, víctimas de poderes oscuros, destructores de sueños y de realidades. Solidaridad no exenta de denuncia y rebeldía, de resistencia contra amos y mordazas, no tanto convencido de la utilidad de cuanto diga o haga, como de que hay que decir y actuar, aun sin esperanza (Sartre). Las tres últimas partes se remontan en el tiempo, incluso hasta recuerdos escolares, y dejan constancia de que el sujeto poético ya presentía que a las expectativas la vida no respondería adecuadamente, y que de la felicidad, mejor no hablar, porque lo que se cantan son las pérdidas. O se cuentan, como las cuenta José Ramón San Juan, sin florituras, pero con el rigor de las palabras precisas, no por ello carentes de sencillas comparaciones metafóricas y al ritmo de rimas estudiadas. Y con el apasionamiento de quien sabe que sin él no se puede hacer nada grande. Y “Quebrantología” no es obra pequeña". <b><i> </i></b><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"> Pie de foto: Fernando Llorente.</span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-41678835717093543862015-07-08T11:59:00.000+02:002016-07-15T11:08:10.863+02:00'Quebrantología' (6º avance)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhBXgTrYYkBPAdEjgUsJ54gXR1I1s4tjahXimWxOTtx1X9x1QHavk3moJQvgbynXehSfKXyuSXgtHHG8DAF54Y3H49usX7wgKNSL3sNFsYErToFbwthPypbvTt4JJRmRHmjRva/s1600/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhBXgTrYYkBPAdEjgUsJ54gXR1I1s4tjahXimWxOTtx1X9x1QHavk3moJQvgbynXehSfKXyuSXgtHHG8DAF54Y3H49usX7wgKNSL3sNFsYErToFbwthPypbvTt4JJRmRHmjRva/s320/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" width="284" /></a></div>
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-size: x-small;">El próximo miércoles se presentará en <b>'La Vorágine' </b>mi poemario <b>'Quebrantología',</b> editado por <b>'El Desvelo'</b> y prologado por <b>Luis Alberto Salcines</b>,.quien hará la presentación junto al editor <b>Javier Fernández Rubio</b> y la actriz <b>Raquel Martín</b>, que leerá algunos poemas de la obra.
Hasta esa fecha publicaré aquí periódicamente algunas muestras del libro, que no serán tal vez las mejores, pero
sí serán reveladoras -eso intento y espero- de la temática, los
estilos y tratamientos de una obra que, con pausas prolongadas y algún
accidente frustrante, he realizado a lo largo de casi toda mi vida.</span></span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">DISTOPÍA</span><br />
<br />
Desde la penúltima esquina del tiempo<br />
que me ha sido dado te contemplo, mundo.<br />
Sumergido en la conmiseración,<br />
impotente ante el dolor de multitudes,<br />
me pregunto si amanecerá algún día<br />
la bondad del hombre por casual<br />
e improbable pirueta evolutiva.<br />
<br />
Si considero la historia sólo puedo<br />
concluir desesperanza. <br />
El simio cainita ha progresado, ya sus manos<br />
afanosas casi tocan las estrellas,<br />
pero su vocación genocida sigue intacta.<br />
<br />
Evoco la Gran Guerra, la masacre<br />
de Verdún, las trincheras enfangadas,<br />
el terror del gas, los mudos cementerios<br />
bajo una luna ciega y congelada. <br />
Aquello sólo fue el atroz comienzo.<br />
Una generación más tarde se cosecharon<br />
nuevos sinónimos de inhumanidad: Katyn,<br />
Auschwitz, Hiroshima, Dresde, Stalingrado,<br />
Nagasaki, Dachau, Treblinka… Decenas<br />
de millones de muertos por la ambición<br />
estúpida y soberbia de unos pocos<br />
y la fe ciega y servil de pueblos y soldados. <br />
<br />
Al hongo nuclear lo siguió la 'guerra fría'<br />
en conflagraciones ardientes y abominables:<br />
Corea, Palestina, Argelia, Vietnam, Malvinas,<br />
Biafra, Afganistán, Irak lo certifican. <br />
Ni la civilizada Europa estuvo a salvo,<br />
como sin espanto pudo verse en Yugoslavia.<br />
<br />
Impune, el imperio ahora mata desde el aire,<br />
con bombas inteligentes y drones cobardes,<br />
mientras un secreto conciliábulo de avaros<br />
roba a pueblos plácidos incluso la esperanza.<br />
<br />
Y concluyo: ¿Adónde creéis que vamos,<br />
o, mejor dicho, nos lleva esa breve<br />
caterva de gusanos que gobierna la Tierra?<br />
Yo os lo diré: a nuevos holocaustos,<br />
a una distopía final de identidades<br />
encadenadas, perplejas, emasculadas:<br />
a la muerte de la libertad y de la historia.<br />
<br />
No era eso lo que soñábamos, hermanos,<br />
y es increíble que podamos seguir durmiendo.<br />
Quienes nos sucedan escupirán<br />
en nuestras tumbas un día su desprecio<br />
y la historia sólo dirá en un negro futuro<br />
que en nuestra época se enterró el sueño.<br />
<br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;">Excepcionalmente, quiero ilustrar este 'post'
con una canción que dió título a mi disco 'Tierra de Nadie', publicado
en 1998. La guerra de Yugoslavia, especialmente cruel e inhumana, pudo
evitarse, pero la refragmentación de Europa estaba escrita en la agenda
del Nuevo Orden. La canción trata de un hecho real, sucedido durante el asedio de Sarajevo.</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<span style="font-size: large;"><span style="font-size: small;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/22MQCR5Cgcc" width="420"></iframe></span></span><br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-10059520959316971232015-07-02T16:21:00.002+02:002015-07-02T16:27:57.945+02:00'Quebrantología' (5º avance)<div style="text-align: right;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhBXgTrYYkBPAdEjgUsJ54gXR1I1s4tjahXimWxOTtx1X9x1QHavk3moJQvgbynXehSfKXyuSXgtHHG8DAF54Y3H49usX7wgKNSL3sNFsYErToFbwthPypbvTt4JJRmRHmjRva/s1600/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhBXgTrYYkBPAdEjgUsJ54gXR1I1s4tjahXimWxOTtx1X9x1QHavk3moJQvgbynXehSfKXyuSXgtHHG8DAF54Y3H49usX7wgKNSL3sNFsYErToFbwthPypbvTt4JJRmRHmjRva/s320/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" width="284" /></a></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: small;">El 15 de Julio se presentará en <b>'La Vorágine' </b>mi poemario <b>'Quebrantología',</b> editado por <b>'El Desvelo'</b> y prologado por <b>Luis Alberto Salcines</b>,.quien hará la presentación junto al editor <b>Javier Fernández Rubio</b> y la actriz <b>Raquel Martín</b>, que leerá algunos poemas de la obra.
Hasta esa fecha publicaré aquí periódicamente algunas muestras del libro, que no serán tal vez las mejores, pero
sí serán reveladoras -eso intento y espero- de la temática, los
estilos y tratamientos de una obra que, con pausas prolongadas y algún
accidente frustrante, he realizado a lo largo de casi toda mi vida.<br />
</span><i><br /></i></span></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><i>Ya vamos llegando a Pénjamo,<br />ya brillan allá sus cúpulas…</i><br /><b><i>Canción popular mexicana de Rubén Gómez</i></b></span></div>
<br />
<br />
Alguien cantaba siempre canciones<br />
mexicanas<br />
durante la travesía desde Somo<br />
en lancha,<br />
cuando declinaba<br />
lenta<br />
la tarde<br />
del domingo estival y, cansados,<br />
volvíamos<br />
de la playa.<br />
Pénjamo, a punto de atracar, era obligada.<br />
<br />
<br />
Yo, niño, creía entonces que Pénjamo era<br />
un barrio de la ciudad dormida,<br />
o acaso el nombre del muelle<br />
de llegada,<br />
y la exótica esdrújula azteca<br />
se hizo sinónimo de retorno<br />
indeseado,<br />
frustrante, a la rutina tediosa<br />
y grisácea.<br />
<br />
<br />
Melancólico Pénjamo<br />
en una España<br />
plana de encefalograma,<br />
aplastada<br />
en las tardes bajo el serial<br />
y el padre Peyton<br />
en la radio,<br />
hipnótica letanía de <i>ora pro nobis</i>,<br />
de miedos innombrables,<br />
frustraciones y renuncias<br />
siempre silenciadas<br />
bajo <i>montañas nevadas</i> de hastío.<br />
<br />
<br />
El sol, los árboles, la playa,<br />
las canciones<br />
decían entonces,<br />
como siempre, libertad<br />
en los domingos irrepetibles<br />
del verano de mi infancia,<br />
pero el sol decreciente<br />
desmentía<br />
el mensaje del canto y recordaba<br />
que el estío se termina;<br />
que lo gris<br />
es lo más cierto<br />
hasta el alba<br />
de una primavera<br />
eternamente aplazada.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-66926893121056409982015-06-26T18:52:00.000+02:002015-06-26T18:52:27.060+02:00'Quebrantología' (4º avance)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhBXgTrYYkBPAdEjgUsJ54gXR1I1s4tjahXimWxOTtx1X9x1QHavk3moJQvgbynXehSfKXyuSXgtHHG8DAF54Y3H49usX7wgKNSL3sNFsYErToFbwthPypbvTt4JJRmRHmjRva/s1600/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhBXgTrYYkBPAdEjgUsJ54gXR1I1s4tjahXimWxOTtx1X9x1QHavk3moJQvgbynXehSfKXyuSXgtHHG8DAF54Y3H49usX7wgKNSL3sNFsYErToFbwthPypbvTt4JJRmRHmjRva/s320/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" width="284" /></a></div>
El 15 de Julio se presentará en <b>'La Vorágine' </b>mi poemario <b><i>'Quebrantología',</i></b> editado por <b>'El Desvelo'</b> y prologado por <b>Luis Alberto Salcines</b>,.quien hará la presentación junto al editor <b>Javier Fernández Rubio</b> y la actriz <b>Raquel Martín</b>, que leerá algunos poemas de la obra.
Hasta esa fecha publicaré aquí periódicamente algunas muestras del libro, que no serán tal vez las mejores, pero
sí serán reveladoras -eso intento y espero- de la temática, los
estilos y tratamientos de una obra que, con pausas prolongadas y algún
accidente frustrante, he realizado a lo largo de casi toda mi vida.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<h3>
<b>10-XI-2010 (MEMORIAL)</b></h3>
<br />
Se llamaba Juan Álvarez y tenía<br />cuarenta y cinco años y familia.<br />Vivía, mientras fue vida su tiempo,<br />en un Hospitalet gélido y yermo.<br />
<br />Hasta que la crisis le aplastó fue electricista.<br />Después llegó el humillante desempleo.<br />Agotó su subsidio y su esperanza<br />y, derrotado, abandonó su piso<br /> de alquiler.<br />
<br />Luego ocupó una vivienda pública<br /> vacía<br />(¡pública, pero vacía!<br />¿quién lo entiende?)<br /> ilegalmente<br />(eso asegura la justicia ciega).<br />Cuando el juez ordenó su lanzamiento<br />(así lo llama el léxico legal)<br />él se lanzó a la muerte en su locura.<br />
<br />Antes pidió a quien debía<br />más humanidad, una moratoria,<br />ayuda y comprensión. Todo<br />fue inútil, ya nadie le escuchaba ni veía.<br />
<br />Se ahorcó en un parque cercano<br />a la vivienda que se le negaba.<br />En el último acto de la tragedia<br />evitó pasar desapercibido.<br /><br />Fue el primero de una terrible lista<br />que, con más miedo que amor o pudor,<br />se oculta al conocimiento del público.<br />
<br />¡Caiga su sangre sobre las cabezas<br />de los usureros y sus cómplices!<br />¡Ojalá sea cierto que hay infierno<br />para que ardan en él eternamente!<br />
<br />Su nombre era Juan; su apellido, Álvarez.<br />No lo olvidéis. Él fue el primero. Nadie<br />ha pagado por llevarle a empellones<br />de indiferencia hasta la muerte. Nadie.<br />
<br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-38964509611714335372015-06-19T14:49:00.000+02:002015-06-19T14:50:44.392+02:00'Quebrantología' (3º avance)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvEqxXbVGF_oAmmZ4_nfus0NdTHJ5dTlDNPZMyeTEJtYcZLn7F6lYBB1GhMCzjpAW2qdMEV_04S8_oFKSQXOnzOEZMs6awjHADYFaLe8uhb4nzPkkAjjXG7fBTIXRfgx2ly7wP/s1600/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvEqxXbVGF_oAmmZ4_nfus0NdTHJ5dTlDNPZMyeTEJtYcZLn7F6lYBB1GhMCzjpAW2qdMEV_04S8_oFKSQXOnzOEZMs6awjHADYFaLe8uhb4nzPkkAjjXG7fBTIXRfgx2ly7wP/s320/Quebrantologi%25C3%25ACa3D.jpg" width="284" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
El 15 de Julio se presentará en <b>'La Vorágine' </b>mi poemario <b><i>'Quebrantología',</i></b> editado por <b>'El Desvelo'</b> y prologado por <b>Luis Alberto Salcines</b> .
Hasta esa fecha publicaré aquí periódicamente algunos de
los poemas que integran el libro, que no serán tal vez los mejores, pero
sí serán reveladores -eso intentaré y espero- de la temática, los
estilos y tratamientos de una obra que, con pausas prolongadas y algún
accidente frustrante, he realizado a lo largo de casi toda mi vida.<b> </b><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<b>LO QUE PERDURA</b><br />
<br />
No me entregues pasión si tú no quieres,<br />
si no sabes<br />
o no puedes.<br />
Y sobre todo, no intentes fingirla.<br />
Inimitables<br />
son el fuego, el fulgor en la mirada,<br />
el vértigo ardiente de la sangre.<br />
<br />
No me entregues, pues, pasión.<br />
Dame ternura.<br />
Eso nunca bastará, pero consuela.<br />
Abandona sobre mí<br />
tu cabeza,<br />
toma mi mano.<br />
Caminemos,<br />
mi brazo en tus hombros,<br />
el tuyo en mi cintura,<br />
hacia cuando no éramos<br />
o sólo no sabíamos<br />
que el amor más que certeza<br />
es duda;<br />
que la pasión se extingue;<br />
que tal vez sólo perdura<br />
—tras la tortura del tiempo—<br />
cálida, pálida, suave<br />
y asexuada, la ternura.<br />
<br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-15728308057221275272015-06-15T15:17:00.000+02:002015-06-16T18:59:50.652+02:00'Quebrantología' (2º avance)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsIDwH8fXaGttNCbdYAcu90V8Sh7ucditI2yG0IyPUSw6UE1Hu-mXrA7ipSN8FvmYLRoZLaRCE9e43ScITuEbd9eaaFTDr2-p5bwEKTez3OPuqhX1ox0fhyphenhyphenmcoPxa9qcu1hwO3/s1600/QBL.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsIDwH8fXaGttNCbdYAcu90V8Sh7ucditI2yG0IyPUSw6UE1Hu-mXrA7ipSN8FvmYLRoZLaRCE9e43ScITuEbd9eaaFTDr2-p5bwEKTez3OPuqhX1ox0fhyphenhyphenmcoPxa9qcu1hwO3/s320/QBL.jpg" width="217" /></a></div>
<br />
<br />
El próximo mes -desconozco aún la fecha, pero será seguramente en la primera quincena- se presentará mi poemario <b><i>'Quebrantología',</i></b> editado por <b>'El Desvelo' </b>y prologado por <b>Luis Alberto Salcines</b>. Hasta esa fecha indeterminada publicaré aquí periódicamente algunos de los poemas que integran el libro, que no serán tal vez los mejores, pero sí serán reveladores -eso intentaré y espero- de la temática, los estilos y tratamientos de una obra que, con pausas prolongadas y algún accidente frustrante, he realizado a lo largo de casi toda mi vida. Esta es la segunda entrega.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<b>PODER Y DEBER</b><br />
<br />
No, me dices, no se puede<br />
poner puertas al campo.<br />
No se puede<br />
almenar el hogar ante el acoso<br />
de mentiras y mercados.<br />
<br />
No, tal vez no, pero se debe<br />
mantener alta la guardia,<br />
apagar el televisor o contestar<br />
a gritos su discurso enajenante.<br />
<br />
Sí, se puede y se debe resistir<br />
de modo activo, vigilante,<br />
lúcido;<br />
se puede y se debe<br />
cuestionar las falacias en público<br />
y en privado. Ser consciencia<br />
incandescente, sin desmayo,<br />
aunque todo parezca inútil,<br />
aunque te tome por loco<br />
el vecindario.<br />
<br />
Es preciso recuperar la ira.<br />
Y si nunca se conoció, buscarla<br />
(está, junto al miedo, en algún lugar<br />
que nos negamos);<br />
esgrimir la justa indignación<br />
como instrumento<br />
frente al constante insulto<br />
del poder<br />
a nuestra inteligencia y dignidad,<br />
y despertar a gritos al durmiente<br />
antes de que todos nos tornemos<br />
esclavos, zombis o alucinados<br />
mutantes.<br />
<br />
La dignidad no se improvisa<br />
ni se imposta. Se funda<br />
y se mantiene activando<br />
la conciencia,<br />
alimentando<br />
su llama sin pausa ni reserva.<br />
<br />
Otra cosa es connivencia,<br />
complicidad aquiescente,<br />
rendición, culpa, vergüenza.<br />
Otra cosa es, en resumen,<br />
la muerte antes de la muerte:<br />
la derrota personal y global<br />
de toda la esperanza.<br />
<br />
<br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-44775979684914188822015-06-10T13:00:00.000+02:002015-06-10T13:04:05.402+02:00Próxima publicación: 'Quebrantología'<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9drYPVGS6DwAbmkdNDdGizx0KithZ965oP-UfIEF8kx_tvYOYCrwQ6m6cpdL8HiyzfCcOn6a_voZZclcJhVx-DL9qIic6DybA7Z9knTxwbqjACiagNIz6bMn64OCNynbhsX9Z/s1600/QBL.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9drYPVGS6DwAbmkdNDdGizx0KithZ965oP-UfIEF8kx_tvYOYCrwQ6m6cpdL8HiyzfCcOn6a_voZZclcJhVx-DL9qIic6DybA7Z9knTxwbqjACiagNIz6bMn64OCNynbhsX9Z/s320/QBL.jpg" width="217" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">El próximo mes -desconozco aún la fecha, pero será seguramente en la primera quincena- se presentará mi poemario <b><i>'Quebrantología'</i></b>, editado por <b>'El Desvelo'</b> y prologado por <b>Luis Alberto Salcines</b>. Hasta esa fecha indeterminada publicaré aquí periódicamente algunos de los poemas que integran el libro, que no serán tal vez los mejores, pero sí serán reveladores -eso intentaré y espero- de la temática, los estilos y tratamientos de una obra que, con pausas prolongadas y algún accidente frustrante, he realizado <span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">a lo largo de casi toda mi vida.</span>.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="font-size: large;">NECESIDADES ESENCIALES</span></span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Dije Amor y me mostraron</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">mendaces sucedáneos.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Grité Libertad y servidumbre</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> propusieron.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Luego aventuré Verdad,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> simplemente,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">—como si lo simple fuera</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> algo más</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> que una mera tontería—</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">y se partieron de risa</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">las estrellas</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> y las sombras</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">convocaron una orgía.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Hoy, tantos años después</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">de las fatales</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> decepciones</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> augurales</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">y de la frustración nunca asumida,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">reexamino el centro</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">de mi mándala</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> risible</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> y repito</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">mi mantra sin fatiga:</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Amor,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> Libertad,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> Verdad.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">El eco inverso de la historia</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">y el oscuro presente,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">implacables, me responden:</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Soledad,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> Sumisión,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> Mentira.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Esa es la realidad que todos</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">conocemos</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">pero es la que todos soñamos</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> la que cuenta.</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Nada es más posible que lo improbable,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">como prueba la historia sorpresiva,</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">y la renuncia al sueño</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">—¿hace falta repetirlo?—</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">es la negación del Hombre, su muerte</span><br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"> definitiva.</span><br />
<br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-26700996060974447612015-01-08T20:41:00.000+01:002015-01-08T20:41:51.397+01:00Premio a 'Olivier o el secreto'El galardón al libro mejor editado en 2013, concedido por el Gobierno de Cantabria, ha correspondido a ‘Ediciones El Desvelo’ por ‘Olivier o el secreto’, de Claire de Duras. Ignoro los criterios utilizados, pero quiero pensar que, además de sopesar la realización material del libro –siempre impecable, cuando se trata de ‘El Desvelo’-, el contenido, del que soy en gran medida responsable, ha tenido algo que ver. Más allá del valor de la traducción, que no presentó apenas problemas, si excluimos algunos arcaísmos y referencias propias de la época (principios del S.XIX), me siento especialmente satisfecho del trabajo de investigación y documentación realizado, que se materializa en el prólogo, el epílogo y las notas del libro, muy convenientes para comprender al personaje principal de la obra (la condesa de Nangis) y el azaroso momento histórico que vivió su autora.<br />
<br />
En fin, que me siento también premiado, junto al editor, Javier Fernández Rubio, y al ilustrador, Javier Jubera. Creo que hicimos un buen trabajo y es agradable que se reconozca.
El premio fue decidido el pasado 12 de dieiembre, pero hasta hoy no lo hemos conocido. Cosas que pasan.<br />
<br />
<a href="https://eldesvelo.wordpress.com/2015/01/08/olivier-o-el-secreto-premio-al-libro-mejor-editado-en-cantabria-2013/">Ver el blog de 'El Desvelo'</a> José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-40809222271451235622014-03-20T19:24:00.000+01:002014-03-20T19:24:32.294+01:00Llanto por la cultura española<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhac0EfasYpePkksPII4HfJSOORIyWQowMBLRCfhB3AchaeUPpvTFbcBG0Zr83svTQ1YaLs3weAFS_1FBkyMwBYKOmGiNNZvCZ5CigRN1uJAVMSF0FqdOhRaBUhLr6zYnIAMju2/s1600/Penguinetc.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhac0EfasYpePkksPII4HfJSOORIyWQowMBLRCfhB3AchaeUPpvTFbcBG0Zr83svTQ1YaLs3weAFS_1FBkyMwBYKOmGiNNZvCZ5CigRN1uJAVMSF0FqdOhRaBUhLr6zYnIAMju2/s1600/Penguinetc.jpeg" height="300" width="550" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los malos tiempos no lo son sólo en lo
económico y social. La ruina no deja rincón sin explorar ni títere con cabeza,
y también la cultura, aunque no lo parezca, es un bocado sustancioso para los
gigantes empresariales, cuando éstos disfrutan de una saneada situación
financiera, como es el caso del grupo <b>Penguin Random House</b> (propiedad de
<b>Bertelsmann</b> en un 57% y de <b>Pearson</b> en un 43%). El <b>Grupo Editorial Santillana</b>,
otrora matriz original del difunto imperio <b>PRISA</b> y pretérito mascarón de proa de la
cultura hispánica dentro y fuera de la península, se ha entregado a los lobos
globales por la cifra casi irrisoria de 72 millones de euros. Santillana sólo
retiene la división de libros educativos, de la que proceden más del 80% de sus
ingresos actuales. El resto es fracaso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Nombres tan señeros como <b>Aguilar</b>,
<b>Alfaguara</b> o <b>Taurus</b> pasan a manos extranjeras y no son los primeros, pues, vía
Bertelsmann y <b>Mondadori</b>, el grupo Penguin Random House tenía ya en su poder
<b>Plaza y Janés</b>, <b>Grijalbo</b> y <b>Editorial Sudamericana</b>, entre otras editoriales
hispánicas. Esto es una derrota irreversible para la cultura española y para su
influencia en <b>Latinoamérica</b>, <b>Brasil</b>, <b>Portugal</b> y <b>EE UU</b>. Podríamos ahora
cuestionar la desmedida ambición y falta de lucidez y de prudencia del grupo
<b>PRISA</b>, o la deficiente gestión específica de Santillana, pero es demasiado
tarde para todo, incluso para el pataleo. Tendremos que admitir que, del mismo
modo que España gestionó pésimamente su imperio mientras lo tuvo, nuestra
entrada en la globalización tiene las mismas características que las de un
elefante en una cristalería: un destrozo sin parangón.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se me dirá que no es para tanto, que
la absorción no va a suponer que dejen de editarse libros en castellano, que se
reediten parcialmente algunos catálogos, que se descubra a nuevos valores, e
incluso se traduzcan con mayor frecuencia a otros idiomas... Ya veremos, dijo
un ciego. Lo evidente, por el momento, es que Penguin Random House se ha hecho,
a precio de ganga, con un mercado potencial de 500 millones de personas que no
se ha sabido rentabilizar desde la casa-madre del idioma. También es evidente
que el grupo beneficiario tiene un horizonte global como meta (incluso están ya
en <b>China</b>) y unos planteamientos netamente crematísticos y multimediáticos, que
priman la venta de millones de ejemplares de un determinado título (best
seller) sobre la búsqueda de la calidad, que, con frecuencia, es para ellos un
hallazgo casual y afortunado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Bertelsmann es un emporio con
poderosas ramificaciones en el periodismo impreso ( <b><i>'Gruner + Jahr</i></b>') y en la
televisión (<b><i>Grupo RTL</i></b>), en la música (<i><b>BMG</b></i>), en la industria de la impresión (<b><i>Be
Printers</i></b>) e incluso en la Subcontratación de Procesos de Negocios (<b><i>'Aravato'</i></b>).
Pearson, por su parte, tiene su significativo origen en el negocio de la construcción (siglos
XVIII y XIX), terreno en el que fue una de las mayores empresas
internacionales. El capital generado se dirige hacia el mundo editorial en la
segunda década del S.XX y hoy, tras haberse apoderado -entre otras editoriales-
de <i>'Penguin'</i> en <b>Reino Unido</b> y de <b><i>'Simons&Schuster'</i></b> en <b>EE UU</b>, es la principal editorial
del mundo en el terreno educativo y dueña del grupo <b><i>'Financial Times'</i></b>. Ellos sí
lograron hacer real el sueño de <b>Jesús</b> (del Gran Poder, como era conocido)
<b>Polanco</b>. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Se imaginan la que se montaría si esto sucediera en la
<b>Francia</b> de la <b><i>'excepción cultural'</i></b> y del mimo a los creadores? </span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Qué se puede esperar de un país como el nuestro, que está atacando a
su propia cultura con un IVA desorbitado?. </span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cada día es más triste ser español. Y
más que nunca es cierto el diagnóstico de <b>Larra</b>: escribir en España es llorar. </span><br />
<br />
</div>
José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-85534333645435197612014-02-22T01:13:00.000+01:002014-02-22T01:20:25.297+01:00Antonio Machado, en la memoria<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 23.33333396911621px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Soy admirador entusiasta de Antonio Machado, pero hoy quiero renunciar a la obviedad gratuita de los adjetivos, a las referencias biográficas o bibliográficas, a evidenciar su vigencia y ejemplaridad como escritor y persona... Sólo quiero, en el 75 aniversario de su tristísima muerte, rendirle homenaje con lo poco que he podido hacer hasta ahora en su memoria.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/1TFgVtCrQ9A" width="560"></iframe><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 115%;">Último crepúsculo
en Colliure</span><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“…me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,<br />
casi desnudo, como los hijos de la mar”.<br />
Antonio Machado, ‘Retrato’</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Muere la tarde a mi espalda
y en la arena<br />
se alarga mi sombra<br />
como un
árbol<br />
desmochado y lúgubre en un páramo.<br />
El mar, como la vida, se oscurece<br />
hasta tornarse una masa de alquitrán, <br />
viscosa. <br /> <br />
Ni siquiera el piélago canta su rumor cuando <br />
cae la noche, tan triste, de febrero.<br />
Silente, como todos los vencidos<br />
que en el éxodo amargo me acompañan,<br />
ya ni el mar parece mar.<br />
Como
yo mismo, se diría<br />
que ha sido tocado por la muerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Exhausto y enfermo, vencido
hasta el alma,<br />
a esta playa he venido a extender la mirada<br />
mas abrúptamente la noche <br />
desciende <br />
y no hay salida, ni luz, ni horizonte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Siento que, desde los tuétanos,<br />
un frío insufrible me agarrota.<br />
Es la muerte, sin duda, que avanza<br />
arrollándome la sangre<br />
como un helado cuchillo<br />
nacido de este dolor mío <br />
insoportable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Esta muerte me acompaña<br />
a lo largo del camino,<br />
en la derrota simultánea<br />
de la vida y de la guerra.<br />
Desde Madrid a Valencia,<br />
de Valencia a Barcelona,<br />
oí rugir los aviones<br />
como heraldos precursores<br />
de una aurora sin mañana,<br />
orlada de miles de cadáveres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Mientras mi muerte se unía a
todas las muertes<br />
en cada nuevo golpe de otra España,<br /> contra toda evidencia<br />
quise cantar la esperanza<br />
pero ya mi voz no era mi voz<br />
ni mi alma era mi alma<br />
ni mi patria era mi patria.<br />
<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Cuando Caín mata a Abel<br />por enésima vez, una acerada<br />
quijada rompe la canción,<br />
seca su fuente, agosta las palabras.<br />
Todo se agolpa en la mente<br />
y se torna incoherente<br /> balbuceo<br />
cada intento de discurso.<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Sólo el grito, uno infinito
y terrible,<br />
es posible cuando cierra la noche<br />
y todo es rabia y temor, <br /> todo
negrura<br />
y silencio al sur de donde me hallo<br />
más solo que nunca y más cansado.<br />
<br />
De espaldas al Poniente en esta noche,<br />
ante un mar opaco que una pared <br /> semeja. <br />
quisiera creer que, de vuelta a mi cuarto,<br />
hallaré la fuerza y la confianza<br />
para reencontrar mi voz <br /> y
escribir<br />
un último canto, pese a todo, de esperanza, <br />
mas me aguardan desvelados, sin quejas, <br />
los ojos, tan fijos,<br />
de mi madre anciana, que parecen <br />
pedir explicación de tanto quebranto <br /> y mudanza,<br />
y otra noche se me negará el sueño<br />
que tanto preciso sin que mi voz<br /> regrese.<br />
<br />
Entre tanto dolor desesperado<br />
aguardaré la muerte, pues. Tan solo eso.<br />
Para mí el camino ha terminado.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-39107015818098389582014-02-21T13:46:00.000+01:002014-02-21T13:46:44.693+01:00'Olivier o el secreto', revisitado (y VII)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsGqmgeb2qVJP8q_wHcsXC33jfoJU3xcmlSkCwAAP7tK7Xcv6KnyklMguyDkp-J6j5Z56kEN1-QOYwllR_Voz-VE-YZY8w17BFE_-4xryLbZXTZkY6-FmbzOQia4LfZL7Bn1UX/s1600/Libreria.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsGqmgeb2qVJP8q_wHcsXC33jfoJU3xcmlSkCwAAP7tK7Xcv6KnyklMguyDkp-J6j5Z56kEN1-QOYwllR_Voz-VE-YZY8w17BFE_-4xryLbZXTZkY6-FmbzOQia4LfZL7Bn1UX/s1600/Libreria.jpg" height="262" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ambas novelas sitúan los problemas de sus personajes en conflictos incestuosos. Stendhal, quien abiertamente reconoció su propio apego a su madre y su odio al padre, fue mucho más allá en la descripción de un complejo de Edipo no resuelto. Duras. sin embargo, subraya el incesto hermano-hermana, aportando un problema que parece más intrínseco para la relación Louise-Olivier. Olivier siempre ha sentido un tabú que le previene de amar a Louise. En Armance, si la impotencia ciertamente es el problema, lo es hasta cierto punto; Octave trata con prostitutas, realmente se casa con Armance, y ésta parece completamente satisfecha desmayándose en sus brazos, lo que sugiere que el deseo existe más allá del falo, <span style="font-size: xx-small;">(7)</span> Stendhal escribe crudamente a Merimée que hay soluciones para el problema de la impotencia y procede a nombrarlas. Además, como astutamente observa <b>Waller</b>, Stendhal transforma la falta masculina en una femenina, escribiendo, <i><b>"estoy seguro de que muchas chicas jóvenes no saben exactamente en qué consiste el matrimonio físico"</b></i> (Lebegue, xxxiii). Continúa diciendo que muchas jóvenes preferirían el celibato durante tres o cuatro años para evitar arruinar su figura (xxxiii). Duras, por su parte, describe un tabú insuperable entre dos enamorados, situándolos en los lazos incestuosos de su infancia, mientras en el Octave de Stendhal el problema precede a su relación con Armance y es en consecuencia más fundamental para su naturaleza. Habiendo demostrado ampliamente la supervinculación de Octave a su madre, Stendhal sugiere que la incapacidad para amar de éste procede de ese lazo madre-hijo. Además, finalmente Octave revela su secreto a Armance, mientras Louise nunca lo conoce, a no ser que Olivier se lo susurrase antes de quitarse la vida, una escena de la que no tenemos conocimiento. Es significativo que la autora femenina sitúa el problema de los amantes <i>dentro</i> de la relación, en tanto que el autor masculino describe el personaje solitario cuyo problema está <i>dentro de él</i> y probablemente procede de la relación con su madre.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En <i>Olivier</i>, hasta el suicidio de su protagonista no sabemos lo que exhala, pero nuestra imaginación rellena los vacíos. Remedando el destino de olvido literario de la propia Duras (Jennings, 40), se nos deja con la imagen de Louise repitiendo un peregrinaje al roble donde su amor encontró su fin. Stendhal nos da todos los detalles de la defunción de su héroe, pero priva al lector de la reacción de Armance, salvo al relatar crípticamente que ella y la madre de Octave ingresan en un convento. El final de Duras para su personaje femenino es mucho más desgarrador, al sugerir que esa mujer está condenada al olvido y a la repetición compulsiva en busca del falo, el roble, sin encontrar nada allí.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">Foto: Librería y editorial de Jose Corti, en París. En 1971 'Olivier o el secreto' dejó de ser una obra inédita gracias a este editor y al estudio de Denise Virieux </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Notas</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">1. Michel Pierssens encuentra una conexión entre los fascinantes orígenes de Armance y su tema de la incapacidad para reproducirse, aludiendo, por supuesto, al secreto del protagonista, dando por sentado que es la impotencia. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">2. Aparece al principio del manuscrito original de Armance, vol. 2, "Idee de fevrier 1826". </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">3. Stendhal, Courrier Anglais, 1 Dec. 1825 2: 333; citado in Waller 117.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">4. Escrito en un interfolio del original manuscrito Armance (Lebegue, li. n. 2).</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">5. Ibid. 4.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">6. Margaret Wailer apunta que él mantiene continuidad con los dos Oliviers pero también con los nombres de muchos héroes del mal du siecle al elegir nombres que comienzan en O, como en el Obermann de Senancour, el Oswald de madame de Stäel, y Ourika de Duras. La letra O denota carencia por su forma (131).</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">7. Katherine Jensen, "Sex and Sensibility in Armance", ensayo inédito, citado en Waller, 129.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Bibliografía</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Barberis, Pierre</b></i>. "Armance, Armance: quelle impuissance." Stendhal : </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Colloque de Cerisy-la-Salle. 30 juin-10 juillet 1982. ed. Philippe Berthier. Vol. 14. Paris: Aux amateurs de livres, 1984. 67-86.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Bellemin-Noel</b></i>, Jean. L'autre encombrant: Stendhal/Armance. Lille: P Universitaires, 1985.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Bertrand-Jennings, Chantal</b></i>. "Condition feminine et impuissance sociale: Les Romans de la duchesse de Duras". Romantisme 18.63 (1989): 39-50.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Crichfield, Grant</b></i>. Three Novels of Mme de Duras. The Hague: Mouton, 1975.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Diamond, Marie</b></i>. "The Letter of Repression in Stendhal' s Armance. "Nineteenth Century French Studies 18.1&2 (1989-90): 41-55.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Duras, Claire, Madame de</b></i>. Olivier ou le secret. Paris: Librairie Jose Corti, 1971. En castellano: Olivier o el secreto: Ediciones El Desvelo, 2013.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Felman, Shoshana</b></i>. La folie dans l' oeuvre romanesque deStendhal. Paris: Corti, 1971.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Gaillard, Françoise</b></i>. "De la repétition d'une figure: 'Armance' ou le récit de l'impuissance." Liitterature 18 (1975): 111-26.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Lebegue, Raymond</b></i>, ed. "Avant-propos bihliographique et critique." Armance. Oeuvres completes de Stendhal Geneve: Edito-Service S.A., 1967.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Pierssens, Michel.</b></i> "Armance': entre savoir et non-savoir." Litterature 48 (Dec. 1982): 21-35.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Renaudin, Christine</b></i>. "Du titre en question: d' Armance a Octave, d'Octave a Armance." Nineteenth-Century French Studies 18.1-2 (1989-90): 56-64.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Rosi, Ivanna</b></i>. "Il gioco del doppio senso nei romanzi di Madame de Duras." Rivista di Letterature moderne eComparate. 40.2 (1987): 139-59.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Schor, Naomi</b></i>. George Sand and Idealism. New York: Columbia UP, 1993.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Stendhal [Henri Beyle]. Armance. Oeuvres completes. Ed. Raymond </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Lebegue</b></i>. Vol. 5. Geneve: Edito-Service Altered Narratives - 107 S.A., 1967. Abbreviated as A. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Stewart, Joan Hinde</b></i>. "Designing Women." A New History of French Literature. Ed. Denis Hollier. Cambridge: Harvard UP, 1989. 553-58.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Talbot, Emile</b></i>. "The Impossible Ethic: A Reading of Stendhal's Armance." French Forum 2.3 (May 1978): 147-58.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Virieux, Denise</b></i>. "Introduction." Olivier ou le secret. Paris: Librairie Jose Corti, 1971: 11-124.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Waller, Margaret</b></i>. The Male Malady: Fictions of Impotence in the French Romantic Novel. New Brunswick: Rutgers UP, 1993.</span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-20057031340118893272014-02-20T23:24:00.000+01:002014-02-20T23:24:43.221+01:00'Olivier o el Secreto', revisitado (VI)<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Olivier, el lazo incestuoso se halla entre hermano y hermana y no es tan explícitamente edípico, sin embargo, en una observación más cercana, veremos que no es tan diferente como parece. Louise y Olivier tienen un lazo narcisísta de infancia como primos. Cuando Olivier estuvo enfermo a la edad de diecisiete años, Louise enfermó también, como Mme de Malivert, quien desarrolla un problema pulmonar simultáneo al de su hijo. Olivier se considera a sí mismo hermano de Louise, algo que es anunciado tan pronto como en la primera carta y es constantemente repetido a lo largo del texto. En el manuscrito revisado, Olivier vuelve a ser su hermano, pero <b>Crichfield</b> no considera convincente esta versión. Está establecido específicamente que son primos y sus padres improbablemente habrían acordado un matrimonio juvenil entre ambos (al que Olivier decidió objetar) porque alguien conocería la verdad (25). Es llamativo que el miedo de Olivier a Louise es expresado compulsivamente como temor a caer por un precipicio a un abismo, sugiriendo miedo a la absorción femenina, miedo a la madre. De hecho ambos libros narran las trágicas consecuencias de un complejo de Edipo mal resuelto. En tanto que vemos el obvio lazo emocional madre-hijo en <i>Armance</i> y debemos concluir que Armance representa una sustitución de la madre de Octave y por lo tanto es tabú, en Olivier contemplamos el apego hermano-hermana entre Louise y Olivier y podemos presumir que está relacionado con un conflicto edípico.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tenemos muchas pistas de que Olivier asocia a Louise con su madre. Él compara su amor de infancia con mamar del pecho de su madre. En la primera línea del texto Olivier habla de deber y división, de autoridad patriarcal y adhesión maternal, las improntas del complejo de Edipo:<i><b> “yo le obedezco, mi querida prima (...) usted quiere que terminemos nuestras tristes particiones"</b></i>. Luego añade, <i><b>"o más bien es el señor de Nangis quien lo quiere"</b></i>. Es la Ley del Padre, su marido en este caso, quien determina que las particiones deben concluirse. Él continúa <i><b>"yo amaba, le aseguro, esta comunidad de intereses, era un resto del afecto que ha unido a nuestras madres"</b></i>. Vemos la vinculación a las madres, las tácticas separadoras del "padre" y la necesidad del sometimiento. Él sufre un sentimiento de impureza: <i><b>"un profundo disgusto se adhiere para mí a todo lo que poseo"</b></i>. Él está lleno de anhelos insatisfechos: <i><b>"envidio todo lo que no tengo"</b></i>, el mecanismo básico del deseo. <i><b>"El mundo está lleno de estos dolores secretos"</b></i>, escribe, reconociendo la universalidad de la situación. En otra carta, dice que el deber nace de restricciones y que en una ocasión en su vida (aludiendo a su decisión de no casarse con Louise), Olivier afirma que cumplió con su deber, <i><b>"¡cuánto me ha costado! Yo debería, Adele, seguir su voz severa"</b></i>. La severa voz sugiere el superego paternal. Ostensiblemente el deber es el de no casarse bajo falsos pretextos, en tanto que no sería capaz de engendrar un hijo. En otra carta escribe, <i><b>"la felicidad de la que debo huir no cesa de obsesionar todos mis pensamientos, y mi imaginación multiplica los encantos para aumentar mi suplicio".</b></i> De nuevo el amor es prohibido y castigado. Tanto en Armance como en Olivier, es curioso hasta qué punto los protagonistas masculinos están llenos de culpa y autodesprecio por su secreto. Octave se considera un monstruo y totalmente despreciable. La intensidad de la reacción de ambos hombres ante su condición implica que hay más que la impotencia en juego. Tomado en sentido literal, también sugiere que la impotencia es el peor mal que puede sucederle a un hombre. . </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Louise intuye, asimismo, algo ilícito en su amor a Olivier: <i><b>"¿Es posible que yo disfrute esta felicidad en la inocencia , que nada me prohiba sentirla y que mi vida deba transcurrir así? Yo sé que esto es imposible, que la condición de la humanidad se opone a ello"</b></i>. Ella está rompiendo las reglas de la sociedad amando a su "hermano", y es su "madre-hermana". Su afirmación también proclama que en la sociedad todos estamos reprimidos por reglas. Más tarde compara a ambos con gemelos siameses, destinados a vivir sus vidas juntos, explicando, <i><b>"no tenemos más que una vida entre nosotros" (...) "la misma sangre corre en nuestras venas y hemos recibido el amor de nuestras madres con su leche"</b></i>. Cuando Olivier responde diciendo que <i><b>"nuestro estado natural es estar juntos"</b></i>, y <i><b>"nuestras dos vidas, nuestras dos almas, ¿no están unidas por una cadena indisoluble?"</b></i>, se hace evidente que la metáfora de los gemelos siameses también sugiere una regresión al vientre materno. el énfasis sobre la leche de la madre y a una condición física en la que dos cuerpos y dos y dos riegos sanguíneos son unidos, ligados por un cordón, invoca también el embarazo. Él enfatiza que es su "primer amigo", italianizando "primer," y evocando así una relación padre-hijo tanto como la de novios. En la misma carta él escribe, <i><b>"algunas veces tu recuerdo me atormenta mucho más que tu presencia"</b></i>; es su pasado, no el presente lo que constituye el problema. De hecho sería justo lo opuesto si la impotencia fuera el único obstáculo para su amor. Olivier grita de celos de su potente rival de Rieux, y habla en frases cortas, como un niño: <i><b>"¡Él la ama, la pretende a usted, ese pensamiento me es insoportable! Yo soy celoso, soy injusto, lo siento"</b></i>. Amenazada su hombría, se convierte en violento e intenta matar a su rival en un duelo secreto. Hay un indicio en toda esta sección del hijo celoso que intenta matar a su omnipotente padre. Como Octave, quien decora su nuevo dormitorio con tres espejos, Olivier ama encontrar en Louise la imagen y el reflejo de todo lo que él siente: <i><b>"unión deliciosa, seguridad conmovedora, ¿es a esta felicidad a lo que hay que renunciar?"</b></i> Uno oye claramente el llanto del niño. Finalmente, Olivier escribe que por dos veces ha abandonado a <i><b>"la que nunca he dejado de adorar"</b></i>. Alude, por supuesto, a su presente rechazo a casarse con Louise y a su primer rechazo en la adolescencia, pero la idea de renunciar dos veces al objeto amoroso también evoca el primer objeto de amor del sujeto, la madre, a la que también tuvo que renunciar. Ha abandonado a la mujer que ama dos veces, ya que ha abandonado a su madre y a su madre sustituta, Louise.</span><br />
<br />José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-48756311817460648602014-02-20T04:34:00.001+01:002014-02-20T05:11:32.294+01:00'Olivier o el Secreto', revisitado (V) <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc-mlfYb0j-cHFzEsZROA6Ro35nxkddMn8EPzZ9jvWGD8P58FWvoBO1PKAKTldEKh_mBf4QYeg6OS18-YZKKqzBbNxS4LvNKmWy2NIvyKxbjf_goeQOaBUiljWX5GRFMAXktXr/s1600/Beauval.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgc-mlfYb0j-cHFzEsZROA6Ro35nxkddMn8EPzZ9jvWGD8P58FWvoBO1PKAKTldEKh_mBf4QYeg6OS18-YZKKqzBbNxS4LvNKmWy2NIvyKxbjf_goeQOaBUiljWX5GRFMAXktXr/s1600/Beauval.jpeg" height="277" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b>Shoshana Felman</b> escribe que <i>Armance</i> está organizada en torno a un "cierre". "Tenemos una "llave" del secreto, una carta que Stendhal escribió a Merimée, en la cual revelaba la impotencia secreta de Octave, pero consideraba parte integral del texto que el secreto no sea revelado (170). La ausencia es esencial, en vez de que lo esencial esté ausente (170). <b>Gaillard </b>escribe que nunca sabemos el secreto porque su falta sólo puede ser expresada por la falta de alusión a ella (124). Se nos deja la presencia de las cartas, pero con una ausencia de revelación. Sin embargo, la mayoría de los lectores encuentran frustrante ese estado de cosas, porque, desde luego, no se puede adivinar fácilmente el secreto, por más astuto que sea el lector. Y una vez que se nos dice que el secreto es la impotencia masculina, ¿cómo excluimos esa tentadora solución de nuestras mentes? Oscilamos entre la negativa y el reconocimiento en una relación fetichista con el texto; conocemos el secreto, ¿pero debemos creerlo? Cuál sería nuestra lectura del libro sin ese conocimiento exterior? </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Podría ser diferente el secreto y podemos leer los textos sin responder a la cuestión? La respuesta es obvia si uno lee el soberbio comentario que ha aparecido en <i>Armance</i> a lo largo de los años; pocos han considerado la misma posibilidad para <i>Olivier</i>. Algunos han argumentado que el secreto no es revelado porque la impotencia era un tema demasiado embarazoso en aquel tiempo. Merece la pena apuntar que <b>Sand</b>, en el mismo periodo, describió la impotencia femenina en <i><b>Ulia</b></i>. No es sorprendente que mencionar la frigidez fuera menos embarazoso, dadas las actitudes predominantes respecto a la sexualidad femenina, mientras la alusión a la impotencia se consideraba indelicada. Otros críticos, como <b>Barberis</b>, han negado que la tesis de la impotencia sea plausible. <b>Bellemin-Noel</b> y <b>Felman</b> se han centrado más en la enfermedad mental, mientras el anterior privilegia obvios indicios de que Octave puede ser homosexual (75)</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ambas novelas, los autores evitan lo que Waller describe como <i><b>"el guión cómico de la cultura para un hombre impotente, que lo haría objeto de risión o un personaje de farsa"</b></i> (132). Sin embargo, en una significativa diferencia de género, Duras facilita el humor constante mediante el uso del doble sentido, en tanto que el texto de Stendhal evita tal burla de una condición masculina tan delicada. Los ejemplos dados en Olivier son numerosos. Hay, por ejemplo, una repetición constante del verbo <i>faltar</i> en relación con Olivier. Louise escribe que no comprende por qué Olivier no experimenta la felicidad. <i><b>"Yo sé que se puede poseer sin disfrutarlo"</b></i>. Olivier se lamenta, <i><b>"hay deseperaciones crónicas, ... roen, devoran, matan, pero no hacen guardar cama"</b></i>. Quizás el más divertido es el comentario de Olivier a Adele: <i><b>"más miserable que la caña, yo me pliego y no me vuelvo a alzar"</b></i> (155). En contraste con Olivier, la impotencia no es generalmente risible en Armance, con la posible excepción del aserto del narrador en el sentido de que "<i><b>Octave carecía de penetración, pero no de carácter"</b></i>. Nosotros sólo podemos preguntarnos, si realmente podemos, a través de una referencia cultural a <i><b>'Abelardo y Eloísa'</b></i> y una cita de Marlowe que Stendhal refuerza traduciéndola más tarde al francés: <i><b>"Melancolía marcada por sí misma, cuyo ambicioso corazón sobrevalora la felicidad que no puede gozar"</b></i>; <i><b>"una imaginación apasionada lo retrata para exagerarse los goces que no podrá disfrutar"</b></i>. Hay tambvién escenas reveladoras en las que Octave huye de la descripción del acto sexual. <b>Bellemin-Noel</b> discute la referencia a los malhadados amantes medievales argumentando directamente que castración e impotencia no son sinónimos (26). En lugar de la castración él insiste en el complejo de Edipo, que está mucho más explícito en el texto.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El comentario de Bellemin-Noel aporta uno de los puntos más interesantes de comparación entre las dos novelas, que es la elección de ambos autores al situar el secreto dentro del contexto de relaciones pisológicamente incestuosas. Stendhal implica más directamente el lazo madre-hijo, lo cual, de acuerdo con Waller, es una innovación en la literatura del<i><b> mal du siecle</b></i>, en la que la madre estaba significativamente ausente (199 n. 23). Duras imita más conscientemente <i><b>René</b></i> al insistir en la relación hermano-hermana. Stendhal también crea un lazo ligeramente incestuoso entre sus enamorados sobre la base de que son primos y que ambos llaman <i><b>"mamá"</b></i> a la madre de Octave. Pero Stendhal describe de una modo chocantemente directo el apego de Octave a su madre. El padre es dibujado de un modo negativo y es prácticamente inexistente, lo cual es norma en la producción novelística de Stendhal. La primera línea de la novela prefigura el escenario; <i><b>"tal era el deseo constante de un padre que él respetaba y de su madre, a la que amaba con un a especie de pasión"</b></i>. La residencia de los Malivert es sofocante e inmóvil, <i><b>"sobrecargada"</b></i>, carente de luz, y su habitación tenía el techo muy bajo. Él le dice a su madre: <i><b>"yo disfruto de la felicidad de estar solo contigo, mi único placer consiste en vivir aislado"</b></i>. Rechaza ir al teatro y prefiere quedarse en casa con su madre: <i><b>"yo me quedo donde soy más feliz"</b></i>. Y lo explica: <i><b>"¡Ay, querida mamá! la vista de todos los hombres me entristece por igual, yo no amo más que a ti en el mundo"</b></i>. La repentina desaparición de la madre del argumento sugiere que él está intentando reprimir su amor por ella mientras transfiere su afecto a Armance, quien es mucho más parecida a él. La decisión del Octave adolescente de no amar nunca puede ser vista como resultante de su incapacidad para alejarse de su madre. <b>Diamond</b> lo interpreta como obediencia a un código feudal, una forma de 'la Ley del Padre'. (45). Octave pierde su <i>'amor filial</i>' y rompe su voto una vez que se enamora de Armance.</span><br />
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La madre, según Bellemin-Noel, está en todas partes, esperando para absorber a Octave. Está acechando de modo más obvio a Armance. Sus iniciales, A. Z., abarcan el alfabeto, mientras la O de Octave está en el medio. Armance es como una hija para Mme de Malivert, quien la persuade para que se case con su hijo. Bellemin-Noel hace varias referencias a Armance en un contexto maternal, por ejemplo una reiterada a la gargantilla de diamante que la propia madre de Armance le había dado (82). La madre también está, naturalmente, cuando ambos se retiran a Ardilly, y más especialmente en Grecia. Allí muere él en el <i><b>"Mer Méditerranée" , </b></i>acurrucado junto a las maromas el 3 de Marzo, reforzando las fechas doblemente el edípico número tres; él se ha suicidado con opio y digitalis, también denominada "doigt de Notre Dame". Armance y la madre de Octave son unidas eternamente al final de la novela al retirarse ambas al refugio femenino de un convento. El suicidio puede ser interpretado de diversas maneras: como un rechazo de su identificación con Armance/madre, como un sometimiento a la Ley del Padre al privarse a sí mismo de su madre sustituta, como un regreso a la madre simbólica en tanto que muere en la "mer"; como un asesinato de Armance mediante su propia muerte, puesto que él ha 'introyectado' en sí a la madre (Bellemin Noel, 84). Waller interpreta el suicidio de Octave como un sobreprivilegio del falo tal cual, pese al hecho de que Armance es feliz sin él (tras su matrimonio aparenta estar satisfecha sexualmente), Octave debe verlo como indispensable y se inmola por su carencia (129) . Al contrario que en Olivier, la muerte de Octave es politizada. Él va a Grecia a luchar por la libertad en un gesto épico, pero ni siquiera llega e incluso muere sin haber luchado. Diamond anota que Stendhal contrasta el sino de Octave con el de Napoleón, a quien él recuerda a su paso por Córcega. Su estatus como héroe fallido es trasladado al fracaso de la Revolución y al de su propia clase social. La impotencia sexual y social se intersustituyen y el motivo de su impotencia se convierte en ideológico (Gaillard, 117-18).</span><br />
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">(Continuará)</span><br />
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><b>Nota bene</b>:El hecho de que me haya 'embarcado' en la traducción de este ensayo de Lauren Pinzka no supone, en absoluto, que suscriba la totalidad de su contenido. Simplemente, me pareció interesante la confrontación que plantea entre los modos en que dos escritores tan diferentes por su origen, talante y biografía como Claire de Duras y Stendhal abordan y desarrollan la misma historia, creada por la primera, aunque inédita hasta 1971 Y es ciertamente interesante, pero, especialmente en esta cuarta entrega de la traducción en 'Desolaciones', ciertas características un tanto excesivas -y excesivamente especulativas- del texto original que ya se empezaban a apuntar con anterioridad se desbordan hasta un punto casi ridículo. No es el momento de entrar a fondo en tales cuestiones, dado que la traducción está incompleta, pero, como responsable en gran medida de la primera edición en castellano de 'Olivier o el secreto' y conocedor de la intrahistoria de la obra y de su autora, considero oportuno y necesario hacer algunas puntualizaciones una vez concluida la traducción.</i></span><br />
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<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;">Imagen: El centenario roble de Beauval, tótem recurrente de la historia relata en 'Olivier o el Secreto'. </span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-57014180278266441822014-02-18T19:45:00.000+01:002014-02-18T19:45:08.276+01:00'Olivier o el Secreto', revisitado (IV)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguh-Mcb9moStSseibm8BqWhwfcIMhtyhyphenhyphenE7J-v-sIIoJg6A-cgDvW7meltoroI5oA_ttl9SWKBPID06X-xd5PCqdD48-GaznqVFuNcUJ-GjdQ4XqbHOoHqWFjmClYwFOUUvxtE/s1600/Portada+Armance.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguh-Mcb9moStSseibm8BqWhwfcIMhtyhyphenhyphenE7J-v-sIIoJg6A-cgDvW7meltoroI5oA_ttl9SWKBPID06X-xd5PCqdD48-GaznqVFuNcUJ-GjdQ4XqbHOoHqWFjmClYwFOUUvxtE/s1600/Portada+Armance.jpg" height="400" width="256" /></a></div>
En su excelente análisis de <i>Olivier</i>, <b>Ivanna Rosi</b> apunta que Duras emplea eficazmente la forma epistolar para mostrar los límites de la noción de confidente. En lugar de funcionar como un foro para expresar la propia alma, las cartas en Duras revelan los aspectos negativos de la escritura de cartas. Olivier siempre está defendiéndose de la presión de las demandas de Adele y Louise y nunca confía su secreto (aunque llega a ofrecerse a hacerlo). La distancia geográfica significa que las cartas siempre llegan tarde con relación a los acontecimientos, en ocasiones con resultados desafortunados (Rosi, 145). Por ejemplo, Adele pide a Olivier que deje sola a Louise inmediatamente tras la muerte de su marido, lo cual es malinterpretado por Louise como una falta de amor (0 157). Adele provoca en Louise el sentimiento de estar siendo juzgada, como evidencian sus frecuentes peticiones de no ser juzgada en sus últimas cartas, también ella juzga precipitadamente a Olivier y cree que quiere casarse con Louise. Cuando Olivier describe con más y más detalle los síntomas de su infelicidad, Adele le pregunta para averiguar su secreto. Urgiendo a Louise a encontrar el origen de la pena de Olivier, Adele la incita a que le pida que revele su secreto, lo cual éste asume atormentadamente. Entonces Louise renuncia a su necesidad de saberlo y, en un esfuerzo erróneo por ayudarle, ofrece convertirse en su amante. Horrorizado, él intenta repetidamente escribirle una carta, quemándolas todas finalmente, y se suicida al día siguiente.<br />
<br />
Como escribe Pierssens, los personajes de Duras <i>'se dicen'</i>, pero los de Stendhal pasan el tiempo sin hablar (24). Aunque es cierto que son más comunicativos que en la versión de Stendhal, tal vez reflejando el hecho de que Olivier fue escrito por una mujer, debe notarse que Duras también subraya los problemas de comunicación y de su ruptura. Después de todo su héroe no puede escribir, y mucho menos hablar, de su secreto. Las cartas no son menos destructivas en Armance. Octave confía su secreto en una carta, mostrando que Stendhal lo considera menos imposible de divulgar, pero es inducido mediante una carta falsa a creer que el amor de Armance no es sincero, por lo que, en principio, destruye su confesión. (El lenguaje siempre es falaz en la ficción de Stendhal.) Pese a todo, ambos se casan y Octave parte a Grecia, viaje durante el cual se dará muerte. En ambas novelas las cartas conducen en última instancia a la muerte. . <br /><br />Los cuatro protagonistas creen que trasladar los sentimientos a palabras empeora las cosas, transmitir el alma nunca es visto como saludable. Olivier cree que confiar su secreto lo hará un obstáculo mayor y que el acto de confesarlo servirá para persuadirle de su realidad. Puede fingir que no es cierto si no lo traduce a palabras. Louise tiene la misma creencia, escribir el lenguaje terrible de la revelación de secretos sólo se aprende a costa del sosiego. Ella afirma que, aunque se paga muy caro no tener el derecho a hablar, confesar un secreto dista de ser un alivio. A su hermana le dice que al describir sus tormentos sólo los acrecienta. En Armance, Octave es agudamente sensible a las palabras, los tonos y los acentos. <b><i>"Las palabras disponen de su vida".</i></b> Sólo es capaz de revelar su amor a Armance cuando ella se desmaya, momento en el cual él murmura<b><i> "nunca te he amado tanto"</i></b>. Afortunadamente, ella despierta para oír sus palabras. Sólo bajo amenaza de muerte puede él decir el nombre de Armance, y es el proceso del habla lo que le finalmente le da vida (Felman, 177): "nombrar a Armance fue una revolución en la situación de Octave, pues el se atrevía a pronunciar ese nombre, cosa que se había prohibido tanto tiempo." Pero más tarde Octave niega su amor por ella hasta que piensa que está al borde de la muerte tras un duelo. Entonces escribe a Armance con su propia sangre, <b><i>"usted será separada de quien le amaba más de lo que un padre ama a su hija"</i></b>, una proyección del vínculo edípico que tiene con ella.<br />
<br />
Hacia el final de la novela él escribe una carta confesando su secreto, poniendo en palabras su vergüenza, pero, revelando su ambivalencia, la pone en una caja naranja en la que él y Armance dejaban con frecuencia las cartas que se dirigían. Es ahí donde encuentra la falsa carta, supuestamente de Armance, por lo que recupera su propia misiva para enviársela únicamente antes de suicidarse. Otra vez la muerte es la condición para que la comunicación tenga lugar. En contraste, la muerte aporta sólo un secreto absoluto e inescrutable en Olivier (Rosi, 147). Sin embargo, para el lector el secreto es incognoscible en ambas novelas. Felman escribe que el secreto de Octave, escrito pero nunca dicho, se convierte en una vasija, un significante, un signo vacío, sin significado (187). Toda la tensión de la novela prepara el camino al anti-clímax: "el escribió una carta de diez líneas". El contenido se ha hecho irrelevante. Felman escribe, <b><i>"Armance es la novela de la palabra imposible"</i></b> (174), concluyendo que la auténtica impotencia de Octave es lingüística.<br /><br />Duras permite a sus protagonistas revelar abiertamente su amor recíproco, por el contrario Stendhal mantiene a sus desdichados enamorados en una danza de incomunicación a través de la novela. Olivier y Louise finalmente se comunican directamente sobre su amor, aunque él, como Octave, no puede forzarse a decirle su secreto. Al preguntarle a ella a quién escogería en el caso de volver a casarse, él interrumpe su respuesta cubriendo su boca y gritando, <b><i> "¡No me lo nombre! ¡No me lo nombre! ¡Louise, yo no quiero saberlo, déjeme vivir todavía algunos días!"</i></b>. Su arrebato demuestra el poder del habla en Olivier. Cuando Louise le pide que confíe en ella, que comunique (algo que el personaje masculino de Armance nunca hace), él alude a <b><i>"un obstáculo, un motivo, un deber"</i></b> y huye. Cuando Octave intenta en persona decir su secreto a Armance en cierto momento, sus facciones se contraen (quizás una alusión a la impotencia) y sus labios se convulsionan. Los enamorados de <i>Olivier</i> se vuelven a ver otra vez e incluso tienen una discusión más directa sobre su amor, algo que nunca ocurre en Stendhal. Éste, de ese modo, lleva más lejos que Duras el tema del secreto y la inexpresividad. Armance también asegura tener un secreto eterno, que hay alguien con quien debe casarse, lo cual es patentemente falso. Aunque el amor de Louise por Olivier constituye un secreto que es descubierto por su pretendiente De Rieux, ella nunca finge con Olivier que también tiene un impedimento para el matrimonio una vez que su marido ha muerto. <br /><br />Estas dos obras delinean un destino común, el olvido, seguido por un resurgimiento común del interés y una relación familiar entre los enamorados, una relación madre-hijo, para ser exacto. Ambas son historias de amor imposible, obstáculos y suicidio. El protagonista masculino enfrenta un impedimento desconocido para consumar su amor por la heroína, y, al final, se quita la vida. El lector moderno es atrapado en un dilema peculiar al leer <i>Olivier</i> y <i>Armance</i>. Ambas novelas negarían la satisfacción del lector, pero del mismo modo que el salón de Mme de Duras conocía el secreto y así podía reírse interiormente de los dobles sentidos en su obra, también nosotros sabemos el secreto si leemos la introducción del libro. Quizás finalmente tenemos un argumento definitivo contra la lectura de las introducciones, que, desde luego, influencian nuestra interpretación, no permitiendo el privilegio de una primera lectura.<span style="font-size: x-small;"> (*)</span> Muchos críticos han rechazado el "conocimiento" transmitido por las introducciones, arguyendo, muy convincentemente, que nosotros no conocemos el secreto y que no necesitamos conocer el secreto, es irrelevante. <br /><br />(Continuará) <br /><br /><span style="font-size: x-small;">(*) Conscientes de ese problema, en el prólogo de la edición en castellano de 'Olivier o el secreto' (Edciones El Desvelo, 2013) obviamos deliberadamente el tema del secreto, que, sin embargo, es central en el epílogo..</span><br />
<br />
<span style="font-size: xx-small;">Imagen: Portada de la primera edición de 'Armance', en 1827.</span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-77720517716905127572014-02-17T18:49:00.000+01:002014-02-18T19:53:34.688+01:00'Olivier o el Secreto', revisitado (III)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgApi6TORCkCs-V5nZSzKAQnUtTlBjJlVq1HnKieM1G0tYYu6GEb7etyev1_CQ8pR1j9YqTmQKwMfJNqyja6LxxHBL3b_DvrcFB70d8_whjx5i-lku_trG4bbp3r_4j7LjebjmJ/s1600/claire.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgApi6TORCkCs-V5nZSzKAQnUtTlBjJlVq1HnKieM1G0tYYu6GEb7etyev1_CQ8pR1j9YqTmQKwMfJNqyja6LxxHBL3b_DvrcFB70d8_whjx5i-lku_trG4bbp3r_4j7LjebjmJ/s1600/claire.jpg" height="400" width="262" /></a></div>
<span style="font-family: Verdana,sans-serif;"><span style="font-size: small;">Stendhal transforma a los enamorados de Duras en personajes similares a los de otras creaciones literarias suyas. La Louise de <i>Olivier</i>
se ofrece sexualmente a su enamorado en un equivocado esfuerzo para
salvarle. Mujer convencional de su tiempo en todo, lo califica como '<b><i>un sacrificio'</i></b>.
También cuando su marido muere ella concluye que tal vez debería haber
cedido más a los gustos y necesidades de éste, como debería cualquier
mujer.. Al contrario que Armance, ella admite libremente su amor a
Olivier. Sin embargo Armance, extraña como heroína stendhaliana y más
similar a sus héroes, contrasta con Louise en su miedo al sexo y a la
desilusión si se casa con Octave: <b><i>"Yo podría amarle en secreto, se
decía ella... sería tan feliz y quizás mucho más que si fuera su
compañera. ¿No se dice que el matrimonio es la tumba del amor, que
puede haber matrimonios agradables, pero no hay ninguno delicioso? Yo
temblaría si me casase con mi primo"</i></b>. Ella es una creación
literaria más orgullosa, más cauta. Inicialmente desdeña a Octave porque
se ha hecho rico y ella no quiere parecer una caza-fortunas, y continúa
evitando todo reconocimiento de su amor, creyendo que él no la ama.
Finge estar comprometida con otro. Como <b>Mathilde de la Mole</b>,
Armance es levemente masculina, luciendo pelo corto con grandes rizos,
lo cual era visto entonces como cosa de chicos (Renaudin, 57); además,
muchos críticos han destacado que, repetidamente, es aludida como <b><i>"un amigo"</i></b>. Octave siente que Armance es<b><i> "el dueño de [su] destino"</i></b>.
Se parece a los personajes masculinos de Stendhal más que a Louise en
su orgullo, esquivez, miedo al compromiso e inhabilidad para expresarse.
En el texto funciona como una imagen menor que Octave, lo que no sucede
con Louise y Olivier.<br /><br />Comparado con otros héroes de Stendhal,
Octave es una figura elusiva, ampliamente porque nosotros nunca sabemos
la razón de su promesa de no amar jamás y no vemos la carta que
finalmente escribe a Armance revelando su secreto (Felman, 173). Del
mismo modo que Olivier forma parte de una trilogía de novelas acerca de
individuos <b><i>"defectuosos"</i></b> excluidos de la sociedad
(Bertrand-Jennings 40-41), Octave, en las manos de Stendhal, recuerda a
muchas de sus grandes creaciones novelísticas: autoconsciente,
orgulloso, incapaz de comunicar sus sentimientos, y siempre buscando una
sustituta de la madre. <b>Shoshana Felman</b> da un ejemplo perfecto de
la autoconsciencia del Octave stendhaliano: el momento en el que está a
punto de contar a Armance sus sentimientos y de pronto la ve "ya no
como un amante, sino de modo que vea lo que ella iba a pensar".<b><i> "Mi orgullo eleva un muro de diamante entre yo y los otros hombres"</i></b>, explica. <b>Emile Talbot </b>enfatiza los lazos de Octave con el heroísmo Corneillano, arguyendo que en Stendhal es un heroísmo fallido (156-57). <b>WaIler</b>
hace un sagaz comentario acerca de la sumisión de Octave al hogar y a
la madre mientras el texto subraya su masculinidad y su poder sobre los
otros. Es una figura oscura, comparada con el mesías y Lucifer (A 8) y
caracterizado como sobrehumano e inspirador de terror (A 18). En el
curso de la novela sus fechorías incluyen provocar un duelo y arrojar a
un lacayo por la ventana. Pese al título <i>Armance</i>, Octave está más
desarrollado que la mujer que ama y es claramente el personaje
principal. Con él comienza y termina el libro, al contrario que Olivier,
que está tramado sobre el personaje de Louise.<br /><br />Duras enfatiza
más que Stendhal sus personajes femeninos y sus relaciones, y ambos
autores representan a los hombres más negativamente, como ya se ha visto
en mi descripción del personaje de Octave. Las cartas de Louise son
considerablemente más largas y frecuentes que las de Olivier. Olivier
escribe unas pocas cartas breves en las que por lo común aburre al
lector con una ampulosa angustia <i>mal du siecle</i>. Subrayando así a
las mujeres en su novela a expensas del personaje de Olivier, Duras
sugiere que el hombre que una mujer ama no es en sí mismo tan importante
o interesante: lo es la propia obsesión. Adele, hermana de Louise,
también tiene un papel central como confidente de Louise y de Olivier.
De ese modo, las relaciones femeninas están acentuadas, así como la
naturaleza crítica de las mismas. Louise pide repetidamente a su hermana
que no la juzgue por sus acciones. Olivier, también, expresa temor a su
juicio y a perder su respeto. "¡Usted, Adele, no me juzgue!"; Louise
también teme la opinión de Adele: "¿Qué piensas tu de mi? ¡Qué desprecio
deben despertar en ti mis cartas! ¡Ay, Adele, es para el estado en que
me encuentro que está dicho: no juzguéis". Cuando decide entregarse a
Olivier ella le escribe "yo soy indigna de ti" (193). La figura maternal
de Adele es a la vez un confidente y una entrometida, como lo será la
madre de Octave, Mme de Malivert, pero en la novela de autoría femenina
también es un juez crítico para el comportamiento de sus 'niños'. En
ambas obras, sin embargo, la 'madre' intenta ayudar al personaje
femenino a conseguir el amor del hombre. El papel de los hombres
contrasta agudamente con el de las mujeres en ambas novelas. En
Stendhal, son los hombres quienes buscan frustrar el amor de Octave y
Armance, mientras en Olivier, los hombres ridiculizan públicamente al
protagonista, presumiblemente por su impotencia, y tal vez contribuyen a
su suicidio.<br /><br />Ambas novelas tienen como tema central la ruptura
de la comunicación, en la cual, por supuesto, el secreto es una parte
principal. La comunicación es manejada de modo muy diferente en las dos
novelas, acorde con las diferentes formas literarias. En <i>Olivier</i>,
Adele, la hermana de la heroína, sirve como intermediaria entre los
amantes, que se escriben entre sí con menos frecuencia. Adele comunica
confidencias a cada parte, aunque ella, como su hermana, ignora el
secreto de Olivier, que no puede casarse con Louise, su amor de la
infancia, porque es impotente. Ella alienta o desalienta su amor de
acuerdo con el estatus marital de Louise, que se convierte en viuda en
un cierto momento de la novela. Al principio intenta prevenir a su
hermana de cometer adulterio, y más tarde le urge a perseguir a Olivier y
descubrir su secreto. También anima a Olivier a no tomar la reticencia
de Louise tras la muerte de su marido como una afrenta personal. Así, la
mayor parte de la comunicación entre los enamorados es indirecta,
filtrada a través de su confidente. <br /><br />(Continuará)</span></span><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">Imagen: Retrato de Claire, duquesa de Duras.</span></span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-4762737901961402872014-02-15T19:18:00.000+01:002014-02-15T19:18:43.278+01:00'Olivier o el Secreto', revisitado (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxdYE0RvWLiFon_TAvbsYKRxVa245hcew07EaQ-kqdsg4YQN0KopEWAFHj-Ulc0OXDSemW-tP4RpaFh9KcTtolS_4FN-Ze_ebJSiZX5fpphzagvHfbb3MGRdhI6H3TOz98dTVn/s1600/Stendhal.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxdYE0RvWLiFon_TAvbsYKRxVa245hcew07EaQ-kqdsg4YQN0KopEWAFHj-Ulc0OXDSemW-tP4RpaFh9KcTtolS_4FN-Ze_ebJSiZX5fpphzagvHfbb3MGRdhI6H3TOz98dTVn/s1600/Stendhal.jpg" height="400" width="308" /></a></div>
Pese a lo ya referido, <b>Pierre Barberis</b> descarta a Duras como la fuente de <i>Armance</i>, asegurando que la fuente real es <b><i>Le Misanthrope</i></b>, un texto que no intenta agradar, no tiene final feliz y es una fábula del incumplimiento (68). Uno se pregunta si leyó la novela de Duras, que es también todo lo que él dice pero fue inconvenientemente escrita por una autora "menor". No es el único en empequeñecer el origen "humilde" de Armance. Pese a robar su historia, Stendhal habla despectivamente de Duras, aludiendo a <b><i>"los hombres vulgares al pie de Ourika"</i></b> <span style="font-size: xx-small;">2.</span> <b>Margaret Waller</b> explica que él en realidad apreciaba los talentos de Duras, pero estaba resentido por <b><i>"el éxito y el privilegio social que hicieron de ella, en lugar de él, la heredera aparente del manto literario de La Fayette"</i></b> (116). Atacó su afectado estilo aristocrático, y el uso de las convenciones novelísticas, <span style="font-size: xx-small;">3</span> lo cual puede parecer irónico si se considera el uso de las cartas falsas y los infortunios en <i>Armance</i>.<br /><br />En un giro interesante, Stendhal elige esconderse tras el fingimiento de un editor que revisa la obra de una autora femenina; quizás se inspiró en el hecho de que había hecho justamente eso: revisar el texto de una mujer. Él justifica el artificio de la escritora anónima invocando el tema escandaloso de su novela. Fingiendo ser una mujer, Stendhal se siente más libre para enfocar su historia hacia la esfera privada, más corriente en la ficción de las mujeres que en la de los hombres (Waller, 121). Mucho se ha escrito sobre mujeres escritoras ocultas bajo pseudónimos masculinos y narradoras apropiándose la autoridad masculina por otros medios; <i>Armance</i> representa el contra-ejemplo menos común de un hombre liberándose a sí mismo tras la autoridad de una autora, aunque de una anónima. Anónima, desde luego, ya que no tenía nada que ganar publicando como una mujer.<br />
<br />
Después de todo, el único nombre que aparece en la publicación final de la obra es el de un hombre, aunque él, también, emplea un pseudónimo, si bien por razones diferentes que <b>George Sand</b>. Sin embargo, Stendhal era raro para una autor masculino del siglo XIX en su sensibilidad, sus fuertes personajes femeninos, y su identificación con predecesores femeninos, en particular <b><i>'La princesa de Cleves',</i></b> de <b>Mme de La Fayette</b>, para él <b><i>"la cumbre"</i></b>, y las novelas de <b>Mme de Tencin</b> (Lebegue, xli). Sin embargo escribió que, por encima de todo, le asustaba ser leído por las criadas y las marquesas que se les parecen.<span style="font-size: xx-small;">5</span> <b>Christine Renaudin </b>arguye que, al hacer esta afirmación, Stendhal está atacando a la literatura amorosa, no política, para mujeres, que tenía como efecto mantenerlas silenciosas y pasivas. Ella apunta que el personaje de <i>Armance</i> es una mujer fuerte que quiere saber lo que está sucediendo en los salones. La decisión tomada por Stendhal de introducir la política en <i>Armance</i>, en cuyo prefacio aparece la famosa línea que afirma que hablar de política en una novela es como es como un disparo en mitad de un concierto, en realidad es una rechazo a dirigirse a su audiencia femenina. (62-63).<br /><br />Algunas similitudes y diferencias entre las dos obras son obvias. Stendhal titula su novela con el nombre de su heroína y Duras con el de su héroe. El personaje de Armance está mucho mejor desarrollado y es más interesante que Olivier, la creación masculina de Duras, por la diferente extensión de las obras y por la rara habilidad de Stendhal en la composición de los personajes femeninos. Stendhal asegura en otro lugar que no quería ni rozar su mano con el nombre <i>Olivier</i>, ya que <b><i>"el solo nombre hace exhibición y exhibición indecente"</i></b> (Lebegue, xxxii). A causa de la notoriedad del personaje de Duras y Latouche opta por oscurecer el lazo y establecer la posibilidad de que el secreto de Octave no sea el de Olivier.<span style="font-size: xx-small;">6</span><br /><br />El título completo de Stendhal,<b><i> Armance ou quelques scenes d'un salon de Paris de 1827</i></b>, y el de <b><i>Olivier ou le secret</i></b>, de Duras, reflejan el hecho de que, en palabras de<b> Françoise Gaillard</b>, la novela del secreto se ha convertido en una novela de costumbres, la enigmática obra ha devenido novela realista (119), un género literario que <b>Naomi Schor</b> identifica contundentemente con autores masculinos. Ciertamente, Duras se atiene sólo al drama emocional en su extremadamente parca novela, que no contiene nada extraño ni color local. La de Stendhal está notablemente ayuna de acción y, como la de Duras, llena sobre todo de conversación (Bellemin-Noel, 22). Sin embargo, Stendhal sitúa su novela en la Francia de la Restauración, en oposición a los dos Oliviers, ubicados en la Francia prerrevolucionaria, una posición más ideal para la aristocracia. La novela de Stendhal ha generado mucho interés con su sutil descripción del conflicto entre los valores aristocráticos y la codicia burguesa que los supera. Más próxima a la novela social que <i>Olivier</i>, <i>Armance</i> despliega referentes reales. Por ejemplo, Octave asiste a la <b>Ecole Polytechnique</b> mientras Olivier sólo ha hecho el servicio militar; por lo que está más anclado en la aristocracia, en tanto que Octave es parte de la nueva meritocracia. La adición de referentes reales en el texto permite una interpretación diferente del argumento, como una alegoría de una clase privada de sus medios de reproducción (Pierssens, 30), o un retrato de una clase social impotente, la aristocracia, abocada a la desaparición.<br /><br />Un ejemplo perfecto de la táctica habitualmente divergente de los novelistas masculinos y femeninos es la elección de la forma literaria. Duras elige la forma epistolar, ya pasada de moda en 1821, donde el lector es superior a los personajes en virtud de su posición omnisciente. La novela epistolar permite mayor intimidad y conocimiento psicológico de los personajes. Las mujeres eran particularmente adeptas a la forma epistolar en las postrimerías del siglo XVIII, se sentían cómodas con sus limitaciones en la medida en que se correspondían con su limitado acceso a la esfera pública. En ésta se centraban en las relaciones sociales (aunque Stendhal también lo hace) y en la condición femenina (Stewart, 554). La forma epistolar funciona extraordinariamente con el tema del secreto, pues es plausible, aunque frustrante, que nunca sepamos el secreto, ya que sólo quien lo posee lo conoce y nunca lo revela. Además, el papel que en el texto juega el intercambio de cartas como fuente de conflicto es reforzado por la forma epistolar. Tal vez la elección por Stendhal de la narración en tercera persona, más popular y más típica de autores masculinos en el siglo XIX, fue lo que causó el disgusto de los lectores de su obra. Dicha forma literaria implica la existencia de un narrador omnisciente, pese a lo cual, en <i>Armance</i>, el lector es confrontado con un narrador que no conoce u opta por no revelar la información más vital. <br /><br />(Continuará)<br />
<span style="font-size: x-small;">Imagen: Henri Beyle, <i>Stendhal</i></span>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24399037.post-48227097422758627292014-02-14T22:17:00.000+01:002014-02-14T22:18:31.059+01:00'Olivier o el Secreto', revisitado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibTsxfYG0HmwwkaG8CMl37O4cvWbhCePtznnfnFmBqCjoh1zUCiHkDk_aPJUIwGTsTGl-5Vl9JBhrENEPjAHDu0fvXkgLHOYB6EWUABMbPI-2yGvwiQjdUAr5rTMeiPeHxPDXM/s1600/portada_duras.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibTsxfYG0HmwwkaG8CMl37O4cvWbhCePtznnfnFmBqCjoh1zUCiHkDk_aPJUIwGTsTGl-5Vl9JBhrENEPjAHDu0fvXkgLHOYB6EWUABMbPI-2yGvwiQjdUAr5rTMeiPeHxPDXM/s1600/portada_duras.jpg" height="400" width="256" /></a></div>
Soy reacio a volver sobre lo escrito, pero mi labor como traductor, prologista y demás de <b><i>'Olivier o el secreto'</i></b>, obra de la aristócrata francesa <b>Claire de Duras</b> (El Desvelo, Noviembre 2013) me ha dejado una cierta carga de interés y curiosidad por su singular autora y su no menos singular argumento. Así he hallado el texto que he traducido y reproduzco a continuación, que forma parte de la obra colectiva <b><i>'Altered Narratives Vol I: Female Eighteenth-Century French Authors Reinterpreted' </i></b>(Mestengo Press, The University of Western Ontario). Dada su extensión, ésta es sólo una primera entrega.<br />
<br />
Su autora, <b>Lauren Catherine Pinzka</b>, estudió en la Universidad de Indiana y fue (o es todavía) lectora de francés en la Universidad Yale. Su estudio, centrado en el <i>Olivier</i> de Duras y en la <i>Armance</i> de <b>Stendhal</b>, que tomó 'prestado' el argumento, profundiza en los diversos modos y matices con que ambos autores tratan la misma historia, dando por sentado que tanto el Olivier de Duras como el Octave de Stendhal eran víctimas de impotencia sexual, lo cual, como apunté en el epílogo de la obra, no es la única probabilidad. Es más: a posteriori he llegado a pensar que las extrañas actitudes y reacciones del personaje, así como su suicidio, podrían encontrar una explicación más convincente en la existencia de un transtorno bipolar, afección que estaba muy lejos de ser catalogada a principios del S.XIX, cuando se desarrolla la historia. <br />
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<span style="font-size: x-large;">Olivier, Armance, y lo indecible</span><br />
<br />
<span style="font-size: large;">Lauren Pinzka</span><br />
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Como sabe cualquiera que examine a fondo la literatura sobre 'Olivier' de Madame de Duras y 'Armance', de Stendhal, el principal interés de ambas obras para los lectores modernos es que la más famosa de las obras de Stendhal está basada en el relato epistolario de Duras y que ambas giran en torno a un secreto que no puede ser revelado. Son novelas policiacas sin el catártico momento de la resolución. Françoise Gaillard escribe que 'Armance' transgrede el requerimiento para el cierre del texto clásico, sus leyes de legibilidad. Lo mismo puede decirse de 'Olivier'. Aunque yo emplearé el secreto como tema central de ambas obras, mi pregunta principal, siguiendo el excelente capítulo de <b>Margaret WaIler</b> sobre las dos novelas en '<b><i>The Male Malady: Fictions of Impotence in the French Romantic Novel'</i></b>, será ¿tiene un escritor masculino un enfoque diferente de uno femenino en el tratamiento de un tema literario? En particular, trataré de la comunicación o su falta en ambas obras, y con mayor importancia los modos diferentes en que Duras y Stendhal sitúan el secreto de su héroe en el contexto del incesto. Ellos eligen en un caso el lazo madre-hijo y en otro la relación hermano-hermana con consecuencias diferentes. Uno sitúa el problema en lo individual y el otro en lo relacional. .<br />
<br />
El problema de comparar intencionadamente las versiones de un hombre y una mujer sobre una historia está cargado de dificultad, pues ciertamente cualquiera de los autores trataría un determinado tema literario de forma diferente y sería absurdo establecer una causalidad basada en el sexo del autor, tanto como lo sería negar las diferencias de educación entre hombres y mujeres en el siglo XIX, su posición en la sociedad y la libertad de la que disfrutaron. Aquellas diferencias han conducido a lo que <b>Naomi Schor </b>denomina "the gendering of aesthetic categories" (3), mediante la cual alude al hecho de que hombres y mujeres gravitaron frecuentemente (más que hoy, pues sus roles se han hecho menos circunscritos) hacia diferentes formas de expresión literaria a causa de los precedenters, los prejuicios y el entorno. La complicada peripecia que condujo de la primera novela, titulada Olivier, a la segunda edición de Armance cuenta la historia del intento de escribir de muchas mujeres, ya que es la de una apropiación masculina y una humillación. De hecho, Olivier, de autoría femenina, ha quedado en nuestro canon literario sólo a través de la inclusión de Armance, de autoría masculina. Schor apunta en su reciente trabajo sobre <b>George Sand </b>que la un día ilustre y luego olvidada escritora, de modo semejante, permaneció en el canon sólo indirectamente a través de la obra de <b>Flaubert</b> <i>Un coeur simple</i>, escrita para ella (186).<br />
<br />
En el caso de Duras y Stendhal no estaba en juego tal devoción . En su lugar tenemos una historia de imitación y vergüenza. Existen, de hecho, tres novelas basadas en una historia similar, ya que también existe otro texto titulado Olivier, aunque ha motivado escaso interés literario. Duras escribió la última de sus novelas entre 1821 y 1822. Aunque sólo fue publicada póstumamente, la duquesa hizo su lectura ante los asiduos a su salón. Muchos críticos creen que los acontecimientos que siguieron a esa lectura le condujeron a abandonar la escritura totalmente (Wailer, 119). Un escritor sin escrúplos llamado <b>Henri de Latouche </b>había oído acerca de la novela de Duras y, decidido a beneficiarse de su escandalosa reputación, publicó su propia versión de Olivier y la atribuyó a Mme de Duras mediante la copia de detalles distintivos de las novelas publicadas anteriormente por la aristócrata y reforzando dicha autoría en la publicación <b><i>Mercure du XIXe siecle</i></b>, de la que era colaborador (Lebegue, xxvi).<br />
<br />
Aunque Duras la había leído a sus amigos, era embarazoso para una duquesa publicar esa novela a causa de la naturaleza secreta de la impotencia masculina. Latouche insistió en negar su autoría y finalmente admitió que la duquesa tampoco era la autora, lo que no le impidió realizar una segunda edición, aprovechando el nuevo secreto: la identidad del autor. Stendhal, relacionado con Latouche, hizo un comentario muy favorable del libro en el <i>New Monthly Magazine</i> en Febrero de 1826, y juró que Duras era la autora. De hecho la controversia acerca de la auténtica autoría del segundo Olivier no fue aclarada hasta mediado el siglo XX, cuando su manuscrito fue hallado en el castillo de Chastellux junto a otra versión manuscrita, ligeramente enmendada. Mientras tanto, Stendhal, famoso para nosotros por sus muchas acciones de apropiación y plagio categórico, decidió escribir su propia versión de la historia y produjo Armance en el mismo años, 1826 (Lebegue, xxiv-xi), demasiado tarde para beneficiarse de la notoriedad de la versión anterior. Su novela no consiguió el favor del público por su enigmática naturaleza. Él entonces aseguró que Olivier (11) no era obra de Mme de Duras, que murió poco después a causa de una misteriosa enfermedad. Decidió publicar una segunda edición en 1828, con la esperanza de beneficiarse de la publicidad que rodeó a la muerte de la duquesa. Esta vez, escribió un artículo en el New Monthly Magazine admitiendo ser el autor de la anónima y fracasada Armance, que, ahorá sí, firmó con su propio alias, pese a su escabroso tema. Aunque aseguró haber mejorado su novela, meramente cambió la fecha en el título e hizo unos pocos cambios cosméticos. La segunda edición no corrió mejor suerte que la primera. Por las fechas de su muerte, Armance estaba tan olvidada como Olivier (Lebegue, lxIxii). <br />
<br />
(Continuará)<br />
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<b><span style="font-size: x-small;">Nota: Las citas y la bibliografía acompañarán a la última entrega.</span></b>José Ramón San Juanhttp://www.blogger.com/profile/09986517879496080975noreply@blogger.com0