1.3.11

Sólo en la librería Gil, por ahora

Finalmente, si las cosas no han cambiado de ayer a hoy, el libro "Un fracaso ineludible y otros relatos" en Cantabria sólo puede ser adquirido, por ahora, en la Librería Gil. Las restantes librerías han sido informadas de la novedad y deberán solicitarlo si les interesa, de lo que vengo a deducir que sólo lo harán si se lo piden sus clientes. Un círculo quasi-infernal, pero lógico si se tiene en cuenta la realidad de las cosas.

Nunca me he parado mucho a pensar en la complejidad del mercado editorial, más allá de constatar con disgusto la servidumbre de las librerías al 'best seller', de venta tan segura como lectura potencialmente decepcionante. "¿Lo último de Ken Follett? Por supuesto, tenemos una tonelada de libros". "¿Alberto Méndez, dice usted? (esto sucedió en su día) ¿Sabe de qué editorial es 'Los girasoles ciegos'? Si lo sabe, en tres días lo tenemos aquí" (hipótesis comercial generalmente inexacta)..

Otro tanto sucede, a nivel local, con las tiendas de música, electrónica o informática, por hablar sólo de asuntos en los que tengo una experiencia personal no precisamente satisfactoria. La variedad y el volumen de la oferta desborda con mucho la capacidad de almacenamiento de los vendedores, que sólo disponen de lo más previsible. El resto, "en tres días lo tiene usted aquí". La consecuencia es que los clientes despiertos lo buscan en internet, lo encuentran más barato y, con un poco de suerte, a los tres días lo tienen en sus manos. Además, si el precio supera cierto nivel, el envío es gratuito.

Hace días que varias librerías online venden "Un fracaso ineludible y otros relatos". Para mi sorpresa, incluso antes del tiempo que yo pensaba que tardarían en tenerlo materialmente. Así están las cosas. Yo mismo compro buena parte de mis libros en una librería online que, para mi sorpresa y agrado, cuenta con ediciones difícilmente encontrables de las últimas décadas. Además, envía los libros gratuitamente si el gasto supera los 49 euros. Dice disponer de 1.200.000 libros en diversos idiomas, incluyendo catalán, vasco y gallego. ¿Quién da más?

La amenaza para los libros no se limita a la competencia cierta que se materializa en el libro electrónico (demasiado caro todavía si se consideran sus reducidos costes de edición). El tamaño de un mercado que no deja de crecer y cambiar amenaza también a la familiar librería de toda la vida, donde se puede 'espiar' el contenido del candidato a nuestra librería e incluso reservar un libro antes de que se haya distribuido.

Yo, en última instancia, he decidido no comerme la cabeza con todo este asunto, en el que no soy competente ni quiero serlo. Como dice un colega, "bastantetengoconloquetengo.com". :-) 

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